Charlotte, increíblemente tierna y sabrosa, se puede hornear con rodajas de mandarina. Esta receta suele ayudar si hay varias mandarinas en la casa después de las vacaciones. Los productos simples y la preparación rápida le permiten preparar una mesa dulce para los niños o tratar a invitados inesperados.
Es necesario
- - huevo de gallina - 3 piezas (si los huevos son pequeños, entonces es mejor usar 4 piezas);
- - harina de trigo - 200-220 g;
- - azúcar granulada - 180 g;
- - polvo de hornear - 0.5 cucharaditas;
- - sal - en la punta de un cuchillo;
- - azúcar glas - 0.5 cucharaditas;
- - un poco de mantequilla para engrasar el molde;
- - mandarinas 2-3 uds. talla mediana.
Instrucciones
Paso 1
La cocción de la charlotte con mandarinas debe comenzar con la preparación del relleno. Para ello, las mandarinas se lavan y pelan con cuidado. Después de eso, la fruta se divide en rodajas y se pela de películas y particiones blancas. Las rodajas de mandarina preparadas se cortan en trozos pequeños.
Paso 2
Los huevos de gallina se dividen en yemas y claras, que se colocan en diferentes cuencos. Vierta un poco de sal en las proteínas y comience a batir con una batidora. Después de medir un vaso de azúcar, colóquelo más cerca del cuenco de proteínas. Batiendo la proteína, agregue el azúcar granulada en porciones y bata hasta obtener una masa blanca brillante. Batir un poco las yemas con un batidor y luego combinar con las claras batidas con azúcar. Después de medir un vaso lleno de harina de trigo, agréguele polvo de hornear y mezcle. La harina de trigo se mezcla en porciones con la mezcla de huevo y azúcar.
Paso 3
Se agregan mandarinas picadas a la masa terminada. Las frutas se pueden dejar en la superficie ahogándose un poco en la masa o removiendo suavemente hacia arriba y hacia abajo. Es aconsejable disponer la forma desmontable con papel de horno y engrasar con mantequilla. El horno se precalienta a 180 grados. Se coloca una charlotte de mandarina en el horno preparado y se hornea a 180-200 grados durante 25 a 35 minutos. Sacar el bizcocho terminado, dejar enfriar por completo y espolvorear con azúcar en polvo.