Receta de autor que recuerda a la juliana francesa con mejillones. Adecuado para la nutrición dietética, ya que contiene un mínimo de grasas y un máximo de nutrientes. Será de interés para aquellos a los que no les guste mucho el sabor de los mariscos: gracias a las especias y la tecnología de cocción, los mejillones pierden su aroma a "mar".
Es necesario
- - 700 g de mejillones cocidos congelados sin cáscara;
- - 2-3 tomates;
- - 250 g de crema agria;
- - 200 g de queso duro
- - cebolla mediana;
- - 2-3 dientes de ajo;
- - hojas frescas de albahaca, orégano, perejil;
- - pimienta blanca, negra, cúrcuma, sal, otras especias al gusto;
- - aceite de oliva para freír.
Instrucciones
Paso 1
Descongele los mejillones y enjuáguelos bien con agua corriente, quitando arena y algas. Pica finamente la cebolla, el ajo y los tomates. Rallar el queso en un rallador fino, picar las hierbas.
Paso 2
En una sartén antiadherente caliente, sofreír las cebollas y el ajo hasta que estén ligeramente dorados. Exprima los mejillones para mantener la menor humedad posible y agréguelos a la sartén. Agregue las especias y mezcle bien. Freír hasta que todo el líquido se haya evaporado.
Paso 3
Agregue los tomates picados y cocine a fuego lento los mejillones en su jugo, revolviendo constantemente. Cuando los tomates estén tiernos, agregue la crema agria y revuelva.
Paso 4
Sazone con sal al gusto, agregue albahaca, perejil y cúrcuma, cocine a fuego lento por unos minutos más. Este plato debe servirse caliente, en ollas o tazones hondos, espolvoreado generosamente con queso rallado por encima.