El requesón, excepcionalmente dispuesto en una capa fina, le da al hígado de fruta confitada un sabor ligero y crea un contraste de color efectivo con la masa oscura. Las galletas en sí están crujientes en la parte inferior y suaves en la parte superior inmediatamente después de cocinarlas, pero si las almacena en un recipiente sellado, la capa de masa se vuelve suave y húmeda. ¡A quién le gusta qué!
Es necesario
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- 100 g de mantequilla;
- 1/3 taza de azúcar
- 2 cucharadas. l. cacao;
- 1 taza de harina
- huevo;
- 1 cucharada. l. agua;
- 100 g de requesón;
- 2-3 st. l. azúcar granulada;
- 2 cucharaditas (con un portaobjetos) almidón;
- frutos secos y frutas confitadas;
- papel film
- papel de hornear.
Instrucciones
Paso 1
Caliente el aceite a temperatura ambiente.
Paso 2
Use una batidora o licuadora para combinar la mantequilla con azúcar granulada, harina y cacao. Batir la yema de huevo y verter un poco de agua (tal vez agua mineral) para hacer una masa plástica "flexible".
Paso 3
Coloque una hoja de papel para hornear sobre una superficie plana. Extienda la masa sobre ella. Cubre la masa con film transparente encima. Enrolle la masa a través de la envoltura de plástico en una capa fina y grande. Luego retire con cuidado la película adhesiva.
Paso 4
Para preparar el relleno, bata ligeramente la proteína con azúcar granulada, luego agregue el requesón y el almidón. Revuelva todo a fondo, agregue frutas confitadas y frutos secos y mezcle nuevamente. Las frutas pre-confitadas y secas se pueden picar en una licuadora junto con varios tipos de nueces.
Paso 5
Aplicar el relleno de cuajada con una capa uniforme y fina sobre la capa de masa. Luego, transfiera con cuidado la pieza en blanco junto con el papel de hornear a una bandeja para hornear.
Paso 6
Precaliente el horno a 200-220 grados. Cocine las galletas durante 15-17 minutos, hasta que la superficie de la masa esté ligeramente dorada. Corta la capa caliente en pedazos inmediatamente.