La cazuela de requesón es un plato muy popular en todo el mundo. Ella es familiar para muchos desde la infancia, alguien lo probó en el jardín de infantes, era una tradición servir cazuela a los invitados para el té.
La mayoría de las veces, la cazuela se prepara principalmente como postre. Resulta increíblemente sabroso, tierno, jugoso. Las principales ventajas de un plato de este tipo, no le tomará mucho tiempo, a los niños les encanta este tipo de postre. Incluso el más quisquilloso, puede complacer sirviendo la cazuela en la mesa.
- Requesón - 500 gramos;
- Frutas confitadas - 150 gramos;
- Huevo de gallina - 2 piezas;
- Azúcar granulada - 3 cucharadas. l;
- Harina para hornear - 4 cucharadas. l;
- Vainillina - 1 sobre;
- Sal - 0.5 cucharaditas;
- Margarina, según sea necesario;
- Tomamos huevos de gallina, requesón, azúcar granulada, harina para hornear, los ponemos en un tazón.
- Luego pasamos todos los ingredientes por una licuadora (batimos hasta que quede esponjoso).
- Agregue sal y vainillina, mezcle.
- Lavamos las frutas confitadas en agua y agregamos a nuestra mezcla, mezclamos.
- Cogemos una sartén (o mástil) lo engrasamos con margarina.
- Pon la masa resultante en una sartén.
- Enviamos el postre a hornear en el horno durante 30 minutos, la temperatura debe ser de unos 200 grados.
- Ponga el postre en un plato, córtelo en trozos.