El pastel, que lleva el nombre de Anna Pavlova, es ligero y aireado. La combinación de merengue crujiente que se derrite en la boca y crema batida con frutas impresionará no solo a los amantes del ballet, sino también a los golosos ordinarios.
Historia del pastel y características de cocción
El postre fue creado hace más de 100 años por pasteleros australianos. Recibió su nombre en honor a la gran bailarina rusa Anna Pavlova, que conquistó el mundo durante las famosas temporadas rusas de Dyagel. Este delicioso e inusual pastel se enamoró de inmediato del público y entró en el menú de muchas pastelerías europeas.
El nombre se le dio al pastel por una razón: exteriormente se asemeja a un tutú de bailarina blanca como la nieve. El sabor es delicado y delicado, no hay galletas con alto contenido calórico ni tortas de mantequilla pesadas. La base del postre clásico es el merengue de aire. Está relleno con la crema batida más delicada, las frutas se utilizan como decoración. Pavlova se puede dividir, los mini pasteles se ven muy impresionantes en fotos y videos. Este postre a menudo se sirve en bufés y banquetes, pero es muy posible prepararlo en casa.
La etapa más difícil es hornear la base de merengue. Es importante tomar medidas y tomarse su tiempo. Para batir la proteína, los pasteleros profesionales utilizan azúcar en polvo de la más fina molienda, con la que la masa esponjosa mantiene mejor su forma. Puedes experimentar y agregar azúcar moreno fino a la mezcla, le dará al merengue un hermoso color beige claro y un sutil sabor a caramelo.
La variedad de sabores también se consigue con la ayuda del relleno. La opción tradicional es la crema batida espesa sin azúcar agregada. Puedes agregarles esencias aromáticas: vainilla, limón, nuez. Un punto muy importante es la elección de la fruta. Algunos pasteleros creen que el pastel debe llenarse con una variedad de frutas exóticas: kiwi, mango, piña, carambola, maracuyá. Este conjunto se ve muy impresionante. Pavlova con fresas no es menos elegante. Las bayas grandes y dulces combinan bien con la crema batida.
Una opción muy interesante es combinar fruta cocida en almíbar con fruta fresca. Puede cocinar mitades de peras medianas, melocotones, albaricoques. Las uvas negras, frambuesas, moras agregarán brillo. Decora el pastel y la menta fresca. Una condición importante es elegir frutas con un sabor rico y acidez pronunciada, que contrasta bien con la dulzura del merengue.
Pavlova: una receta clásica en casa
Tardará unas 2 horas en preparar el bizcocho. Es necesario recoger el producto justo antes de servir para que el merengue quede crujiente y no se moje.
Ingredientes:
- 3 claras de huevo;
- 150 g de azúcar en polvo o azúcar en polvo;
- 1, 5 cucharaditas almidón;
- 1, 5 cucharaditas esencia de vainilla o una pizca de vainillina;
- 1 cucharadita vinagre.
Para rellenar:
- 300 g de nata espesa;
- 225 g de uvas negras sin pepitas;
- 3 mandarinas;
- 2 peras
- 100 g de azúcar;
- limón rallado;
- hojas de menta fresca para la decoración.
Es mejor batir las claras en un recipiente hondo, cuyas paredes están ligeramente engrasadas con jugo de limón. Primero, las claras se baten por separado, luego se les agrega la mitad del azúcar. Cuando la masa se vuelva exuberante y brillante, agregue el azúcar restante, el almidón, la vainillina y el vinagre. Continuar batiendo, la mezcla debe volverse muy densa. Las proporciones de vainilla se pueden cambiar al gusto.
Es mejor hornear el merengue en una bandeja para hornear cubierta con papel de aluminio o papel pergamino. Engrase la capa con mantequilla y espolvoree ligeramente con harina. Coloque el merengue en forma de círculo u óvalo, similar a una canasta. En la segunda bandeja para hornear de la manga pastelera, apriete 2 semicírculos: estas son las asas de la futura canasta.
Precalienta el horno a 150 grados, coloca las bandejas en un centavo. Hornee por 60-75 minutos hasta que esté cremoso. Si el fondo de la cesta permanece suave, será necesario aumentar el tiempo de horneado. Apague el horno, dejando los espacios en blanco durante otro cuarto de hora. El merengue terminado se puede quitar fácilmente de la bandeja para hornear, no se rompe ni cambia de forma. Coloque la canasta y las asas en una tabla de madera para que se enfríen.
Los merengues ya preparados se pueden utilizar inmediatamente o almacenar. En el refrigerador, las piezas de trabajo se pueden dejar durante 1-2 días, pero perderán su crujido. Es mejor colocar los merengues en una caja hermética y guardarlos a temperatura ambiente, lejos de fuentes de humedad. Después de rellenar con crema, el bizcocho conserva sus cualidades durante no más de 4 horas, por lo que se sirve en la mesa inmediatamente después del montaje y decoración.
Ensamblar y decorar el pastel: un enfoque paso a paso
Prepara el relleno. Retire la ralladura del limón con un cuchillo especial. Peras maduras, pero no demasiado blandas, pelar y cortar, cortar por la mitad. Vierta 300 ml de agua en un cazo, agregue azúcar y tiras finas de ralladura de limón. Ponga la cacerola al fuego y, revolviendo de vez en cuando, lleve la mezcla a ebullición. Cuando el azúcar se disuelva, baje el fuego y ponga las mitades de pera en almíbar. Cocínelos por 2 minutos, retírelos con una espumadera en un plato, déjelos enfriar.
Pelar las mandarinas, quitar las películas sin cortar la fruta en rodajas. Batir la nata hasta obtener una espuma espesa y fuerte, sin azúcar. Si lo desea, puede gotear un poco de esencia de vainilla o agregar una pizca de vainillina.
Coloque la crema batida en el centro de la canasta de merengue, coloque las frutas de manera hermosa: peras cocidas en almíbar, mandarinas enteras, uvas lavadas y secas. Coloque asas a los lados. Hervir el almíbar sobrante de cocinar las peras, verter suavemente sobre la fruta. Decora el postre con hojas de menta fresca y sirve. El champán dulce helado será un excelente acompañamiento.