Un plato inusualmente delicado y sabroso de Europa con un embriagador aroma a cerezas y especias. Ideal para un desayuno inusual, una fiesta infantil o un postre romántico.
Es necesario
- - cualquier tipo de arroz - 100 gramos;
- - cerezas frescas - 500 gramos;
- - leche grasa - 300 mililitros;
- - mantequilla - 50 gramos;
- - aceite de oliva - 30 mililitros;
- - azúcar moreno - 200 gramos;
- - azúcar de vainilla - 1 sobre;
- - semillas de alcaravea - 2 cucharaditas;
- - semillas de sésamo - 2 cucharaditas;
- - cardamomo - 2 cucharaditas;
- - jengibre molido - 2 cucharaditas;
- - hoja de laurel - 4 piezas.
Instrucciones
Paso 1
Derrita la mantequilla en una sartén o cacerola profunda de paredes gruesas. Agregue especias: sésamo, comino, jengibre, hojas de laurel y mezcle.
Paso 2
Las cerezas deben lavarse, los tallos y las semillas deben quitarse. Si lo desea, las bayas se pueden cortar en mitades. Agréguelo a una cacerola y agregue el azúcar morena allí, mezcle bien.
Paso 3
Lleve la mezcla a ebullición, luego reduzca el fuego. Agrega el cardamomo y deja hervir durante una hora y media. Luego transfiera la salsa picante a un frasco de vidrio, idealmente esterilizado. Dejar enfriar y meter en el frigorífico un día.
Paso 4
Muele el arroz hasta convertirlo en polvo en un procesador de alimentos o en un molinillo de café convencional. Vierta la leche en una cacerola y caliente. Revolviendo lenta y constantemente, agregue el arroz en polvo y el azúcar de vainilla. Ponga a fuego medio y cocine hasta que esté tierno, sin olvidar revolver. Finalmente, retire el pudín del fuego, agregue el aceite de oliva y revuelva.
Paso 5
Ahora solo queda untar el pudín sobre los cuencos y cubrir con un par de cucharadas de chutney de cerezas. Puede preparar este plato para uso futuro durante varios días colocándolo en capas en frascos limpios con tapa y guardándolo en el refrigerador.