La alcachofa de Jerusalén es un gran regalo de la naturaleza, que ayuda a muchas personas en el tratamiento y prevención de decenas de enfermedades. Ya a finales del verano / principios del otoño, este maravilloso tubérculo se puede encontrar en los estantes de las tiendas.
Cómo elegir la alcachofa de Jerusalén
Preste atención a la piel de la alcachofa de Jerusalén. Aquí, el criterio de selección es similar a la selección de patatas. Tome el tubérculo en su mano y apriételo. Si está letárgico y arrugado, esto indica su mala calidad. La piel está flácida y manchada, por lo que no se debe usar la alcachofa de Jerusalén. Pero si el cultivo de raíces es sólido, su superficie es rugosa y con pequeños crecimientos, no dude en tomar esta alcachofa de Jerusalén, es de alta calidad y útil.
Cómo almacenar la alcachofa de Jerusalén
- Este tubérculo tiene una piel fina que se daña fácilmente durante el almacenamiento. Como resultado, el cultivo de raíces se seca rápidamente y se pudre. Por lo tanto, es necesario almacenar la alcachofa de Jerusalén en el refrigerador, bolsas de comida. En tales condiciones, su vida útil no es más de un mes.
- Si el tubérculo ya ha sido pelado y cortado en rodajas, durará menos de una semana en el refrigerador.
- La congelación prolongará significativamente el estado comestible de la alcachofa de Jerusalén. No te olvides de este método de almacenamiento. Para hacer esto, enjuague la alcachofa de Jerusalén, colóquela en bolsas y luego póngala en el congelador.
- Es incluso más fácil almacenar la alcachofa de Jerusalén si la cultiva usted mismo. Una parte de la cosecha se puede desenterrar para el consumo, la otra se puede dejar en el suelo. El cultivo de raíces prácticamente no está sujeto a pudrición y heladas. Puede conservar perfectamente sus propiedades medicinales hasta la primavera. Después del período invernal, el cuerpo necesita tantas vitaminas que la alcachofa de Jerusalén será útil.