¿Qué Determina El Sabor De Las Patatas?

¿Qué Determina El Sabor De Las Patatas?
¿Qué Determina El Sabor De Las Patatas?
Anonim

Seguramente no siempre está satisfecho con la calidad de las papas compradas: o los tubérculos tienen un color amarillo brillante, luego son duros, luego el puré de papas resulta ser de color oscuro, luego hierven rápidamente, pero el sabor del las patatas siempre son diferentes. Entonces, ¿de qué depende el sabor de las patatas?

¿Qué determina el sabor de las patatas?
¿Qué determina el sabor de las patatas?

A veces, las propias personas son las culpables del deterioro de la calidad de las patatas, y todo debido a la tecnología de cultivo incorrecta. La preparación de tubérculos para la siembra (fertilización, labranza, cuidado, fechas de siembra, cosecha, control de enfermedades e incluso almacenamiento de tubérculos) tiene una gran influencia en estas cualidades.

El sabor de las patatas depende no solo de indicadores objetivos, sino también de la composición química. El contenido de proteínas, almidón, vitaminas, aminoácidos, micro y macroelementos, junto con la resistencia a las enfermedades, están determinados genéticamente y ya se establecen durante la selección de una nueva variedad. La percepción del gusto es bastante subjetiva, inestable y volátil.

Mucha gente asume que el almidón es cuestión de gustos. De hecho, las variedades de patata con alto contenido de almidón son mucho más sabrosas. Son aptas para hornear, hacer puré de patatas y hervir con piel. Pero hay variedades (por ejemplo, "Nikita"), en las que los tubérculos tienen un sabor excelente con un bajo contenido de almidón. Resulta que el sabor está determinado por los productos químicos de las patatas. Los ácidos aspártico y glutámico lo hacen especialmente sabroso. Como regla general, las frutas más sabrosas de las papas contienen una gran cantidad de aminoácidos y nucleidos.

Se puede obtener un alto sabor de papa utilizando compost o humus para la siembra (300 kilogramos por cien metros cuadrados) en combinación con una aplicación equilibrada y moderada de fertilizantes minerales (fósforo, nitrógeno y potasio), así como fertilizantes micronutrientes (zinc, manganeso, boro y molibdeno). Un resultado excelente lo dará la ceniza introducida en el suelo (de tres a cuatro kilogramos por cada cien metros cuadrados de terreno).

Recomendado: