Ahora a muchas personas les resulta difícil imaginar su mañana sin café aromático. Alguien usa granos fritos naturales para su preparación, filigrana cocinándolos en un turco, y alguien, sin pensar realmente en el sabor de la bebida, bebe la versión instantánea. Pero, ¿algún café instantáneo a priori es de menor calidad?
Hay dos variedades de cafetos: robusta y arábica. Para la producción de café instantáneo se recurre al uso de Robusta (los granos de esta variedad, a diferencia del Arábica, tienen una forma más redondeada). Este tipo de café no brilla con aroma, pero la cafeína en tales granos es dos o incluso cuatro veces más.
Por regla general, existen tres tipos de café instantáneo:
• Polvo.
• Liofilizado.
• Granular.
Si todavía está buscando una forma más aromática de comenzar su día, entonces es mejor comprar café liofilizado. Este producto se produce mediante la congelación de granos de café, por lo que la bebida hecha de sublimado tiene un aroma agrio y rico.
Preste siempre atención al empaque del café instantáneo. El producto granulado debe comprarse en frascos de vidrio para que pueda observar más de cerca el contenido. Si hay una gran cantidad de polvo entre los gránulos, debe abstenerse de comprar dicho café.
Esté atento a la marca de café. No sea tacaño y elija la opción más cara, en igualdad de condiciones. Y recuerda que un buen café instantáneo no durará más de 18 meses.