Cómo y de qué productos se elaboran las sopas en Italia.
No importa cuántas sopas pruebes en tu vida, se preparan de manera diferente en diferentes países. En Japón, las sopas son ricas o claras y frescas. En Francia, las sopas de puré son tiernas, con un aroma delicado; se sazonan con nata o se hacen con veloute (una salsa hecha con harina frita en mantequilla, con el agregado de caldo, que se vierte gradualmente en la salsa) y se sazonan con todo un ejército de aditivos complejos. En Gran Bretaña, las sopas más predecibles se preparan con las verduras más comunes y familiares, muy similares entre sí, pero todas se sirven de la misma manera francesa.
¡Pero hablemos de sopas italianas! Son toscos, simples, pero muy distintivos. Tienen un sabor rico, probablemente debido al soleado clima mediterráneo, donde las hierbas y verduras crecen en abundancia fabulosa.
Estas sopas fueron creadas en familias de clase trabajadora que sobrevivieron siglos de pobreza e incluso miseria, pero no perdieron la esperanza. Como base para ellos, además de hace cien años, se utiliza agua y pan, pero también verduras, que ahora están al alcance de todos.
Estas sopas son memorables y hay muchas. Entre ellos se encuentran la ribollita, una sopa de pan espesa y rica, y la pappa al pomodoro, una sopa de pan con tomates. Y cuando madura la nueva cosecha de hortalizas, se prepara minestrone en todas partes, y en cada casa lo hacen según su propia receta. Incluso cuando se cocina demasiado o con las sobras de pasta, ¡la minestrone sigue siendo una sopa deliciosa!
