El vino es el regalo de los dioses a las personas, así como la encarnación de la vitalidad, como argumentaban los antiguos griegos. Esta bebida refleja las peculiaridades del sabor nacional del país donde se produce. Cada variedad de vino individual tiene su propio sabor y aroma especiales. Desafortunadamente, muchas personas no saben beberlo correctamente y, por lo tanto, no pueden disfrutar plenamente de la "belleza" del bouquet de vino. La cata de vinos debe ir seguida de algunas reglas sencillas.
Instrucciones
Paso 1
Llena el vaso hasta una cuarta parte de su volumen. Las mejores copas para cata de vinos son las semielipsoides (copa tulipán), con un volumen de 210-225 ml. La copa de cata debe estar limpia y seca.
Paso 2
Aprecia el vino a ojo. Primero, debe ser transparente. Un sedimento turbio o la presencia de burbujas de dióxido de carbono indican que el vino es de mala calidad o en mal estado. Presta atención al color. Cuanto más brillante y rico es el color de un vino tinto, más joven es. Con el paso de los años, los vinos tintos se iluminan, mientras que los blancos, por el contrario, se vuelven más intensos en cuanto a color. Inclinar el vino en la copa: cuanto más fino sea el residuo en la copa, mejor.
Paso 3
Disfruta el olor del vino. Para hacer esto, primero huela el vino, luego gire el vaso (agite la bebida) y huela por segunda vez. Cuanto más fuerte sea el aroma, más rico será el bouquet del vino. Los vinos jóvenes apenas desprenden olor, ya que su aroma aún no está maduro, es muy frágil y delicado. Disfruta al máximo del olor del buen vino, piensa en qué impresiones te provoca, si puedes describirlo con palabras.
Paso 4
Prueba el vino. Esta es la etapa final de la cata de vinos. El primer sorbo debe ser de volumen suficiente para sentir el sabor con toda la superficie interna de la cavidad bucal, ya que percibimos diferentes sabores con la ayuda de diferentes receptores. Se siente dulzor en la punta, ácido en los bordes, amargura en la raíz de la lengua. Después de probar el vino, observe cuánto tiempo el paladar conserva su sabor. Un buen vino deja un regusto persistente. Si el vino joven se "teje" en boca, también es un signo de buena calidad, ya que indica que el vino contiene muchos taninos, que le dan longevidad.