Un rasgo característico de la cocina italiana es la abundancia de diversas salsas que pueden resaltar y complementar el sabor de cualquier plato. La versátil salsa pesto se utiliza como aperitivo y como complemento de pescados, aves y carnes. La pasta con esta salsa también es un plato tradicional italiano.
La salsa pesto es un clásico de la cocina italiana. Su nombre proviene de la palabra pestato, que significa moler. Si usa el método tradicional de hacer pesto, necesitará un mortero en el que sus ingredientes se muelen hasta obtener una pasta espesa. La base del pesto es la albahaca verde, pero en algunas regiones italianas se utilizan tomates secados al sol. En este caso, la salsa no es verde, sino roja. Los italianos agregan pesto en casi todas partes: lo cubren con pescado, aves y carne antes de hornearlo, lo ponen en sopas y aderezos, lo esparcen y lo comen junto con tostadas y galletas saladas. En la versión moderna, las amas de casa usan una licuadora para preparar esta salsa, que, por supuesto, puede ahorrar mucho tiempo. Gracias a sus ingredientes, la salsa pesto contiene muchas calorías, y el valor nutricional de este plato es altísimo. Dado que se prepara sin recurrir a un tratamiento térmico, todas las vitaminas, oligoelementos y otras sustancias útiles contenidas en sus ingredientes se conservan completamente en la propia salsa.
Puedes comprar salsa pesto preparada en los supermercados, pero la que puedas hacer tú mismo en casa quedará mucho más sabrosa. El hecho de que también será mucho más barato ni siquiera hace falta mencionarlo. Para la salsa pesto necesitarás:
- 2-3 manojos grandes de albahaca fresca;
- 100 g de queso parmesano;
- 200 g de nueces pecanas o piñones;
- 2 dientes de ajo;
- 100 g de aceite de oliva;
- sal marina al gusto.
Tradicionalmente, se usa albahaca verde para hacer esta salsa, pero si no puedes comprarla, puedes tomar una morada.
Lave y seque la albahaca usando una cámara de secado especial para hierbas o simplemente colocándola sobre papel toalla de cocina. Luego arranca todas las hojas de las ramas y colócalas en el picador de la licuadora. Pon las nueces o piñones en una sartén seca y sofríe a fuego medio hasta que se doren. Agregue las nueces a la albahaca, ponga el ajo en una licuadora, agregue un poco de sal marina, vierta la mitad del aceite de oliva y muela todo hasta obtener una pasta suave. Transfiera la mezcla a un recipiente aparte. Rallar el queso parmesano en un rallador fino, ponerlo en un bol, verter el resto del aceite de oliva y mezclar todo bien batiendo la salsa con un tenedor. Transfiera el pesto terminado a un frasco de vidrio con tapa hermética y guárdelo en el refrigerador.
Al agregar sal, tenga en cuenta que uno de los ingredientes de la salsa es el parmesano, que es un tipo de queso bastante salado. Así que trata de no sal en exceso.
Hervir la pasta en la cantidad requerida, siguiendo las instrucciones impresas en su empaque. Puede usar espaguetis o bucatini tradicionales y fideos normales para cocinar, pero todos deben estar hechos de trigo duro. Echa la pasta en un colador, no es necesario enjuagar la pasta con agua, ponla en un cazo y agrega la salsa pesto, revuelve y sirve, adornado con hojas de albahaca por encima.