Las fresas sometidas a tratamiento térmico pierden la mayor parte de su vitamina C: su contenido disminuye 7-8 veces. Por tanto, la mejor forma de conservar las fresas es congelarlas, lo que se puede hacer de varias formas.
Es necesario
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- Fresa;
- servilleta;
- bolsas o recipientes de plástico;
- azúcar;
- ácido cítrico y jugo de limón;
- zumo de frutas.
Instrucciones
Paso 1
Enjuague bien la cantidad requerida de fresas, retire las hojas y extienda sobre una servilleta para secarlas. Luego dividir en porciones en bolsas de plástico o recipientes y colocar en el congelador.
Paso 2
Triturar las fresas en puré de patatas, ponerlas en bolsas de plástico en porciones, atar bien las bolsas y ponerlas en el congelador una encima de la otra. Tome un paquete según sea necesario, descongele, mezcle el puré de papas con azúcar y sirva.
Paso 3
Coloque las bayas en recipientes, espolvoree cada capa con azúcar y refrigere. Las bayas deben espolvorearse con azúcar para que tengan una consistencia más suave y se separen fácilmente entre sí.
Paso 4
Corte cada baya en 4 partes, revuelva con azúcar, colóquela en una bandeja, congele, póngala en una bolsa de plástico y póngala en el congelador. Esta fresa es perfecta para cócteles como hielo o decoración.
Paso 5
Acomoda las fresas en bolsas, cúbrelas con azúcar y coloca cada bolsa en un recipiente rectangular. Cuando necesite bayas, sáquelas de la bolsa, corte la briqueta ordenada resultante a su discreción.
Paso 6
Cocine el almíbar de 0,5 litros de agua, 0,5 litros de jugo de frutas (a su discreción), 300 gramos de azúcar, 5 gramos de ácido cítrico o 1 cucharada de jugo de limón. Coloque las fresas en recipientes herméticamente, vierta sobre el almíbar frío preparado y colóquelas en el congelador. Después de la descongelación, las bayas no perderán sus cualidades beneficiosas. El almíbar se puede utilizar para cócteles y las fresas se pueden consumir en su forma pura.