El aspic transparente no solo es una decoración de mesa en sí misma, sino también la base para dar un aspecto festivo a muchos otros platos. Precioso paté de hígado, cubierto con una fina capa de gelatina. De una ensalada ordinaria, si la viertes con caldo de gelatina, obtienes una comida increíble y elegante.
Es necesario
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- Carne
- pollo
- caldo de verduras o pescado
- Gelatina
- Claras de huevo
Instrucciones
Paso 1
Enfríe 4 tazas de caldo y retire la grasa de la superficie. Colar el caldo a través de una gasa.
Paso 2
¿Mezcla? tazas de caldo con 2 cucharadas de gelatina. Lea la receta escrita en el paquete de gelatina de antemano para asegurarse de que requiere exactamente estas proporciones. Espere 15 minutos. Durante este tiempo, calentar el resto del caldo y batir las claras.
Paso 3
Mezclar la gelatina remojada con el caldo caliente, agregar las claras batidas y batir bien la mezcla. Poner el caldo a fuego medio y, revolviendo constantemente, llevar a ebullición. Cuando se forme una espuma espesa en el caldo, retírelo del fuego.
Paso 4
Use una espumadera para quitar la espuma. Luego cuele el caldo a través de un colador y coloque una gasa húmeda en el colador, y luego cuele el caldo nuevamente.
Paso 5
Para obtener una hermosa áspide, no vierta todo el caldo de una vez sobre la carne, el pescado o las verduras. Vierta aproximadamente 1/8 del caldo en gelatina en el recipiente de gelatina preparado y enfríelo hasta que se solidifique casi por completo. Extienda los trozos de comida sobre la gelatina y agregue tanto caldo como sea necesario para que el recipiente esté aproximadamente 2/3 lleno. Pon el áspic en el frigorífico. Espere hasta que se empalme y agregue el resto del caldo. Regrese el aspic al refrigerador. Servir frío.
Paso 6
Si quieres cubrir el paté con una fina capa de gelatina, prepara un molde decorativo y cúbrelo por dentro con una fina capa de aceite vegetal. Vierta el caldo en gelatina al fondo y refrigere hasta que solidifique. Colocar el paté frío sobre una fina capa de áspic de modo que queden bien marcadas hendiduras de unos pocos milímetros alrededor de los bordes. Vierta el caldo en estas ranuras y vuelva a colocar el molde en el refrigerador. Cuando el relleno esté completamente congelado, saca el paté de la nevera y coloca el molde en agua tibia durante unos segundos. Prepara un buen plato, colócalo encima del molde y dale la vuelta a toda la estructura. Obtendrá un paté en una fina película de áspic transparente.