Esta receta hace panqueques finos, pero al mismo tiempo esponjosos y suaves. Prepárese rápidamente, no hay nada complicado en cocinar. Una excelente combinación para el desayuno: panqueques calientes, leche condensada y bayas frescas.
Es necesario
- - 500 ml de kéfir;
- - 250 ml de leche;
- - 1 huevo de gallina;
- - 12 cucharadas. cucharadas de harina de trigo;
- - 2 cucharadas. cucharadas de aceite vegetal;
- - 1 cucharada. una cucharada de azucar;
- - 1 cucharadita de refresco de vinagre apagado;
- - sal, frutos rojos, leche condensada.
Instrucciones
Paso 1
Primero, vierta el kéfir en una cacerola, caliéntelo un poco a fuego lento. El kéfir no debe estar muy caliente. Agregue azúcar, soda apagada, sal, bata un huevo, revuelva bien. Agregue la harina en pequeñas porciones, revolviendo bien la masa. En esta etapa, se obtiene una masa similar a la crema agria espesa. La cantidad de harina puede variar hacia arriba o hacia abajo, ¡se agrega a ojo!
Paso 2
Lleve la leche a ebullición, agréguela en un chorro fino a la masa, revolviendo constantemente. Agregue aceite vegetal, mezcle bien. Resultó una masa para panqueques preparada, que recuerda a la crema agria líquida.
Paso 3
Caliente bien una sartén o panqueque, baje el fuego debajo, engrase la sartén con grasa para el primer panqueque. Freír los panqueques durante 1 minuto por cada lado, durante este tiempo se vuelven de un color dorado rojizo. Apila los panqueques terminados. Así que usa toda la masa.
Paso 4
Antes de servir, doble los panqueques en un sobre, vierta con leche condensada y decore con bayas frescas. Puedes espolvorear con una mezcla de cacao en polvo y canela, ¡entonces los panqueques tendrán un sabor increíble! Sirva panqueques esponjosos de natillas ya hechos con leche condensada para el té o el café de la mañana.