La elección y compra del pollo, su posterior almacenamiento en casa no es tarea fácil. El sabor de los platos dependerá de muchos factores: frescura de la carne, sangrado adecuado, condiciones de almacenamiento en el trabajo y en casa. Dependiendo de las intenciones de la anfitriona, el pollo se puede conservar en el frigorífico o congelar.
Es necesario
- - gallina
- - hielo;
- - recipiente al vacío;
- - paquetes.
Instrucciones
Paso 1
Al comprar pollo refrigerado, preste atención a su apariencia, para que pueda determinar que el producto es de alta calidad y esta será la clave para su almacenamiento exitoso. La piel del ave debe ser blanca, no transparente, sin manchas, pinchazos y magulladuras. Los huesos deben estar intactos. No debe haber ningún olor desagradable. Es mejor transportar el pollo de la tienda a casa en un paquete especial.
Paso 2
Es mejor comprar pollo refrigerado para cocinar que congelado. La calidad de la carne de este último se pierde en gran medida, ya que cuando se congela, las fibras musculares se destruyen y las proteínas y los minerales se eliminan más fácilmente durante la cocción.
Las aves de corral refrigeradas se pueden refrigerar hasta por 5 días. Lo mejor es mantener el pollo en un recipiente al vacío con hielo a + 2 ° C.
Paso 3
Si no va a cocinar pollo en los próximos días, entonces, por supuesto, es mejor guardarlo en el congelador. Preste especial atención al embalaje al congelar carne de ave. Debe ser duradero, resistente a la humedad y hermético. Antes de congelar, corte el pollo en las porciones necesarias y envuélvalo en bolsas ajustadas simples o al vacío. También puede utilizar recipientes de plástico. Elimine el aire si es posible. Escribe la fecha de la congelación. Recuerde almacenar en un congelador a -12 ° C durante no más de 5 meses.
Paso 4
Al elegir pollo congelado en la tienda, preste atención al hecho de que no debe haber hielo en el paquete. Su presencia sugiere que el ave ya se ha descongelado y se ha vuelto a congelar. Si no va a cocinar el pollo de inmediato, colóquelo inmediatamente en el congelador. No olvide colocar la etiqueta de fecha de vencimiento. Se cuenta desde el momento de la congelación en producción y se indica en el paquete.