Hoy en día, el azúcar se usa en todas partes, aunque se han escrito muchos artículos científicos sobre sus peligros. Para minimizar los efectos negativos que tiene en el organismo, los médicos y nutricionistas recomiendan sustituir el producto blanco por uno marrón. Este último se considera menos dañino, ya que se retienen más nutrientes durante su producción.
¿Cómo se elabora el azúcar moreno de caña?
El azúcar moreno de caña comenzó a producirse ya en el siglo III a. C., utilizando el jugo de la caña de azúcar, una hierba perenne que pertenece a la familia de los cereales. Hoy en día, este producto también se elabora con caña, pero para ello se utilizan métodos más modernos.
Para producir azúcar de muy alta calidad, la caña se cultiva en regiones tropicales y subtropicales, donde reina un clima cálido con mucha lluvia durante la temporada de crecimiento. Después de la cosecha, la caña se limpia, se tritura y se vierte con agua, preparando una mezcla blanda. Luego, la papilla de caña se calienta y se exprime a fondo, extrayendo así el jugo de la caña. A continuación, se prepara un jarabe a partir de este producto y se coloca en una máquina de vacío junto con una pequeña cantidad de sacarosa para obtener cristales homogéneos. Estos últimos se secan con un chorro de aire frío y caliente.
Para obtener azúcar de caña friable, los cristales se centrifugan y para obtener un producto grumoso, la masa cristalizada simplemente se parte en una máquina especial. Posteriormente, el azúcar se somete a un control de calidad final para cumplir con los estándares internacionales, incluido el sabor y el color, y luego se pesa y empaqueta en paquetes.
Para obtener azúcar de caña blanca, el producto marrón sin refinar se refina aún más utilizando filtros de carbón. Por eso retiene muchos menos nutrientes y se considera más dañino para la salud.
¿Cómo se elabora el azúcar de remolacha morena?
El azúcar de remolacha morena también es un producto sin refinar, ya que no se purifica a partir de la melaza, savia vegetal que envuelve los cristales y le da al producto su característico color marrón. Para la producción de dicho azúcar, se utilizan remolachas azucareras, que primero se limpian a fondo de impurezas y objetos extraños, luego se lavan, pesan y trituran en virutas en un equipo especial.
Después de eso, las virutas ingresan a una unidad de difusión, donde se extrae el jugo de azúcar. Este producto también se purifica de impurezas y tintes y se filtra en varias etapas. El jarabe filtrado se hierve en un aparato de vacío hasta obtener cristales, que luego se trituran con una centrifugadora. El azúcar moreno granulado resultante se envasa y vende. Y el resto de los cristales se somete a refinado y blanqueo, dando como resultado el azúcar blanco granulado habitual.