La pizza de queso, independientemente de los tipos de queso elegidos para cocinar, se verá pálida sin salsa. Es mejor empezar a hacer pizza con él.
Es necesario
- - Masa congelada para pizza - 200 g;
- - Queso de diferentes variedades - 300 g;
- - Tomates - 3 piezas.;
- - Champiñones - 100 g;
- - Rúcula, perejil, albahaca al gusto.
- Salsa:
- - Tomate - 1 pieza.;
- - Ajo - 3 dientes;
- - Pasta de tomate - 2 cucharadas;
- - Orégano - 1 cucharadita;
- - Albahaca seca - 1 cucharadita;
- - Azúcar - 1 cucharadita;
- - Aceite de oliva;
- - Pimienta y sal al gusto.
Instrucciones
Paso 1
Entonces, debes comenzar con la salsa. Picar el tomate y el ajo. Diluir la pasta de tomate con un poco de agua. Caliente una sartén, vierta aceite de oliva, agregue ajo. Mientras está frito hay que cuidarlo bien para que no se queme.
Paso 2
Cuando el ajo se dore, agrégale el tomate picado. Freír durante un par de minutos, luego verter la pasta de tomate. Esta no es una salsa completa todavía, sino solo un producto semiacabado: para obtener uno real, salar la masa en una sartén, agregar pimienta, azúcar, especias, hervir todo.
Paso 3
Enciende la licuadora, pica la salsa hasta que no quede ni un solo trozo grande de tomate. Después de eso, es mejor calentar un poco más la salsa. Es adecuado tanto para pasta como para pizza. Se puede conservar en el frigorífico varios días, mientras que no perderá ni su sabor ni su aroma, sobre todo si los platos con él están previamente esterilizados.
Paso 4
Ahora estamos preparando verduras y queso. Corta todo en rodajas finas. Descongela la base de la pizza. Cuando esté listo, extiéndalo y colóquelo en una bandeja para hornear engrasada con aceite de oliva.
Paso 5
Unte generosamente la corteza horneada con salsa, cubra con tomates, queso y champiñones. Cuanto más queso, mejor. La pizza debe mantenerse en el horno durante unos 20 minutos, luego sacar y espolvorear con hierbas frescas.