Las semillas de girasol, a pesar de su pequeño tamaño, están llenas de vitaminas, minerales y aceites esenciales. No solo son un gran refrigerio, sino también un producto muy saludable. Si tienes un largo viaje por delante, lleva tus semillas contigo.
Instrucciones
Paso 1
Protección del sistema cardiovascular. Las semillas de girasol contienen vitamina E y ácido fólico. Estos dos nutrientes contribuyen a la defensa del cuerpo contra las enfermedades cardiovasculares. Un cuarto de taza de semillas de girasol contiene más del 60% del valor diario de vitamina E. Esta vitamina esencial tiene una importante función antioxidante. La vitamina E neutraliza los radicales libres, protegiendo así las células cerebrales y las membranas celulares de la destrucción. Además, el folato convierte la homocisteína dañina en la sangre en metionina, un aminoácido esencial.
Paso 2
Las semillas de girasol contienen altos niveles de fitoesteroles. Los estudios han demostrado que reducen los niveles de colesterol en sangre. Una deficiencia de fitoesteroles puede ser perjudicial para el organismo.
Paso 3
Las semillas de girasol son una poderosa fuente de magnesio. Y la deficiencia de magnesio puede provocar una variedad de problemas que afectan los sistemas cardiovascular, nervioso e inmunológico. Los músculos y el sistema esquelético también requieren magnesio para funcionar correctamente. Un cuarto de taza de semillas de girasol proporciona más del 25% de la dosis diaria recomendada de magnesio. La deficiencia de magnesio provoca cambios de humor e incluso depresión.
Paso 4
Las semillas de girasol contienen selenio antioxidante. La investigación ha demostrado que ayuda a reducir la inflamación y la hinchazón en el cuerpo. El selenio también se denomina "antioxidante contra el cáncer". Es capaz de estimular la reparación del ADN en células dañadas. Además, el selenio es esencial para el funcionamiento saludable de la glándula tiroides.
Paso 5
Las semillas de girasol son especialmente ricas en ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, que regulan el colesterol en sangre. Las investigaciones muestran que una dieta rica en grasas monoinsaturadas puede ayudar a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias y los accidentes cerebrovasculares.
