Las frutas secas tienen muchas propiedades útiles, se pueden comer solas o agregarlas a una variedad de platos, desde postres hasta guisos o carnes al horno. Para que las frutas secas sigan siendo sabrosas y saludables, deben almacenarse adecuadamente.
El calor y la humedad son los principales enemigos de los frutos secos. Se recomienda almacenarlos a una temperatura que no supere los 10 grados. Las propiedades beneficiosas y el sabor de los frutos secos se conservan mejor en un lugar fresco y seco.
Se recomienda almacenar diferentes frutos secos por separado, incluso si se usarán como una mezcla para compota. Esto se debe al diferente contenido de humedad de las frutas y las bayas, por lo que combinar frutas secas más secas con otras más húmedas puede estropear ambas.
Si hay muchas frutas, se recomienda secarlas a temperatura ambiente y mantenerlas en el horno por un tiempo, esto protegerá las frutas secas del moho. El régimen de temperatura en el horno debe ser moderado y suave.
Frascos de vidrio o cerámica, las formas de madera son adecuadas para almacenar frutos secos. Una gran opción son las bolsas de algodón o lona. Las cajas y frascos seleccionados para almacenar frutos secos deben estar sellados herméticamente.
Si le parece que las frutas secas no están lo suficientemente secas, puede agregarles menta seca, y en este caso es mejor guardarlas en una bolsa de trapo. La alfombra protegerá no solo del moho, sino también de los insectos. Lo mejor es colgar una bolsa de frutas secas en un lugar oscuro, y si está almacenada en un armario o armario, puede colocar un recipiente abierto con sal al lado; absorberá el exceso de humedad.
No olvide clasificar periódicamente los frutos secos. Cuando aparecen los insectos, las frutas se pueden calcinar en el horno a una temperatura de 75 grados o congelar a una temperatura de menos 15 grados. Después de congelar, la fruta seca deberá secarse nuevamente.
La vida útil máxima de los frutos secos es de 1 año, durante el cual grandes existencias requieren ventilación y secado periódicas en su entorno natural.