Hoy en día, la uva fresca en invierno se puede encontrar en casi cualquier tienda. Pero nadie le dirá dónde y en qué condiciones se almacenó. Tampoco puede estar seguro de que no se hayan utilizado productos químicos nocivos para preservar la presentación de las bayas. La forma más fácil de garantizar a sus seres queridos en las uvas frescas y frías sin impurezas nocivas es cuidar su seguridad en casa por su cuenta. Puede encontrar y equipar un espacio de almacenamiento especial no solo en casas privadas, sino también en apartamentos de la ciudad.
Es necesario
- - materia blanda;
- - guantes;
- - un recipiente para congelar;
- - agua;
- - aserrín;
- - cajas de madera;
- - parafina;
- - cuerda o alambre;
- - botellas de agua;
- - carbón vegetal;
- - sal.
Instrucciones
Paso 1
Mire con atención las uvas y retire las bayas dañadas por el moho.
Paso 2
Secar las uvas para que estén completamente secas al almacenarlas. Puede utilizar un paño suave o un algodón para secar. De lo contrario, puede limpiar el polvo ceroso natural que protege las bayas de las bayas.
Paso 3
Use guantes de tela suave o simplemente cubra la palma de su mano con un paño mientras recoge los racimos preparados para el almacenamiento.
Paso 4
Prepara un trastero para las uvas. Debe estar oscuro, fresco y seco. La temperatura óptima de la habitación es de 5-7 grados C. Ventílela con suficiente antelación.
Paso 5
La primera forma. Sumerja los racimos en agua tibia durante 15 minutos. Seguido de agua hirviendo durante 5 segundos. Luego en agua muy fría hasta que se enfríe por completo.
Paso 6
Seque las bayas como se describe arriba.
Paso 7
Prepare el aserrín, séquelo. Es mejor optar por álamos o tilos, porque no darán a las bayas un olor y sabor extraños. Cubra el fondo de una caja de madera poco profunda con ellos.
Paso 8
Coloca las uvas en una sola capa. Vuelva a poner aserrín encima.
Paso 9
Segunda vía. Derretir la cantidad necesaria de cera de parafina. Sumerja los racimos preparados en él.
Paso 10
Cuelgue las uvas de una cuerda o alambre tenso en una habitación preparada para almacenarlas durante un período prolongado. Sus racimos no deben tocarse entre sí con las bayas.
Paso 11
Revise todas las uvas periódicamente. Retire las bayas dañadas.
Paso 12
Tercera vía. Corta el racimo junto con una porción de la vid. Coloque el fondo de la vid en un recipiente con agua, como el tallo de una flor. Sumerja allí un trozo de carbón o una pizca de sal. Esto evitará la caries. Muévase a un lugar adecuado. Cambie y reponga el agua periódicamente.