La leche materna es una fórmula infantil versátil y difícil de reemplazar. Incluso la fórmula artificial más adaptada nunca se acercará en composición a la leche materna. Sin embargo, hay situaciones en las que la madre, por varias razones, no puede alimentar al bebé directamente del pecho, tiene que expresarse y darle leche del biberón. En el intervalo entre la extracción y la alimentación, deben observarse las condiciones para el almacenamiento adecuado de la leche.
Instrucciones
Paso 1
La necesidad de almacenar la leche extraída puede surgir de cualquier madre, incluso de una que nunca se separa de su bebé y está amamantando con éxito. En los primeros meses de alimentación, su leche se produce en cantidades muy grandes, y sería bueno si pudiera reservar al menos algo de suministro en caso de una futura partida, enfermedad o cualquier otra situación extraordinaria.
Paso 2
La forma en que se almacena la leche depende del momento del uso previsto. Si planea almacenar leche durante mucho tiempo, es mejor congelarla. Hay bolsas especiales para congelar leche a la venta, pero está bien si no las tiene. Cualquier bolsa de plástico limpia que se pueda atar o cerrar herméticamente servirá. Inserte la bolsa en un recipiente, puede usar una taza normal, pero es mejor tomar un recipiente cuadrado pequeño. Los cubos de leche congelada ocuparán menos espacio en el congelador.
Paso 3
Simplemente vierta la leche extraída en una bolsa y, después de congelar, retire la torta congelada y colóquela en la parte posterior del congelador. Para que la leche se almacene durante mucho tiempo y no pierda sus propiedades, la temperatura debe mantenerse a -18 ° C todo el tiempo.
Paso 4
Pero si planea alimentar a su bebé con leche extraída durante un día, entonces no se necesita nada sobrenatural para almacenarla. La leche fresca se puede almacenar durante 4 horas a 25 ° C sin consecuencias. La condición principal para esto es la limpieza de los platos en los que se vierte.
Paso 5
Y a una temperatura de 20 ° C, durará las 10 horas, así que no se apresure a poner la botella en el refrigerador inmediatamente después de la extracción. Solo si es necesario almacenar la leche durante 10-20 horas o un poco más, será necesario guardarla en el frigorífico. El enfriamiento y el calentamiento excesivos dañarán la leche mucho más que estar a temperatura ambiente. Por lo tanto, siempre proceda de la situación y elija las condiciones de almacenamiento que maximicen las propiedades beneficiosas de la leche materna.