¡Una gran receta en caso de que tengas una pera extra en la nevera!
Es necesario
- Para la prueba:
- - 150 g de harina;
- - 80 g de mantequilla fría;
- - un huevo;
- - una pizca de sal.
- Para crema de queso:
- - 120 g de crema pastosa;
- - 1 cucharada. crema agria grasa;
- - una pizca de vainillina;
- - 3 cucharadas. azúcar en polvo;
- - 1 pera grande.
Instrucciones
Paso 1
Dividir el huevo en clara y yema. Reserva la yema por ahora: irá a la nata, pero la proteína sirve para hacer la masa.
Paso 2
Antes de preparar la masa, el aceite debe enfriarse completamente: envíelo al congelador durante una o dos horas. Picar la mantequilla fría (¡es muy importante llevar la calidad!) Con un cuchillo o una batidora de cocina con una pizca de sal y harina en migas. Agrega la clara de huevo y recoge la masa en un bol. Divídalo en partes iguales y coloque moldes para muffins con masa (obtuve 5 espacios en blanco de la cantidad especificada de masa), que primero debe engrasarse con aceite y espolvorearse con harina (si usa silicona para hornear, puede omitir este paso). Envíe los espacios en blanco al refrigerador mientras se cocina la crema de queso.
Paso 3
Lave la pera, pélela y córtela en rodajas o cubos, lo que prefiera.
Paso 4
Requesón pastoso, crema agria, yema de huevo, una pizca de vainillina, azúcar en polvo, batir con una batidora hasta obtener una masa cremosa y esponjosa. Agrega la pera picada, dejando unos trozos para decorar los productos horneados.
Paso 5
Precalienta el horno a una temperatura de 180 grados.
Paso 6
Sacar los trozos de masa del frigorífico y poner en ellos la crema de queso. Cubra con las rodajas de pera reservadas. Envíe al horno precalentado durante aproximadamente media hora. ¡Estas cestas son deliciosas tanto calientes como frías!