Los guisantes contienen casi solo la misma proteína que la carne de res, pero la proteína vegetal es mucho más fácil de digerir. Los guisantes también son ricos en minerales y vitaminas. Otra gran ventaja de las chuletas y otros platos de guisantes es su bajo contenido calórico.
Gachas de guisantes
El primer paso para preparar unas deliciosas chuletas tostadas será la papilla de guisantes. Un vaso de guisantes secos, enteros o triturados, enjuagar y llenar con agua fría para que cubra 2-3 cm. Dejar que los guisantes se hinchen durante 10 horas, luego poner la sartén al fuego y cocinar en la misma agua. Cuando el agua hierva, reduzca el fuego a bajo y cocine a fuego lento hasta que los guisantes estén completamente hervidos.
Simultáneamente sofreír la cebolla finamente picada al fuego hasta que esté dorada y añadir 3 zanahorias ralladas gruesas. Cocine a fuego lento las verduras de raíz a fuego lento bajo una tapa cerrada hasta que estén blandas. Las zanahorias deben agregarse a los platos de guisantes para que no causen la formación de gases en los intestinos.
Transfiera la fritura terminada a los guisantes hervidos y lleve a fuego lento hasta que esté completamente cocido. Agregue sal, ajo machacado, pimienta negra, hojas de laurel, hierbas picadas al gusto. La papilla preparada es muy sabrosa, y puede detenerse allí o puede usarla como base para hacer deliciosas chuletas de guisantes.
Chuletas de guisantes
Agregue 2 cucharadas de sémola para la viscosidad y 3-4 cucharadas de harina a la papilla enfriada, mezcle bien y deje reposar durante 15 minutos. Luego use una cuchara para formar chuletas de la masa, enróllelas en harina. Freír en aceite vegetal bien caliente hasta que se doren.