Las mujeres que están amamantando deben tener especial cuidado con su propio menú. Los alérgenos potenciales no deben incluirse en la dieta, al mismo tiempo, la nutrición debe ser sana y variada, proporcionando a la madre y al bebé todos los microelementos necesarios. La lista de los mejores alimentos incluye el hígado, pero para obtener el máximo beneficio, debe cocinarse adecuadamente y consumirse en dosis, controlando cuidadosamente su bienestar.
Hígado para madres lactantes: propiedades y características útiles
Los nutricionistas recomiendan encarecidamente incluir hígado de res o de pollo en la dieta de las mujeres embarazadas y lactantes. El producto es rico en proteínas, ácido fólico, cobre, hierro y zinc. Estos elementos no solo tienen un efecto positivo en el desarrollo del bebé, sino que también ayudan a la madre a recuperarse más rápido después del parto. El hierro bien absorbido previene la anemia, mejora el flujo sanguíneo y restaura rápidamente el ciclo menstrual. El hígado es rico en vitaminas A, E, B, D, que no se destruyen cuando se cocinan adecuadamente. Su inclusión en la dieta tiene un efecto positivo sobre la digestión, mejora el estado de la piel, el cabello y los dientes que sufren durante el embarazo.
Una gran ventaja del hígado es su bajo contenido calórico (140 kcal por 100 g de producto). Al cocinar o guisar, la cantidad de calorías aumenta ligeramente, hasta 165 unidades. El hígado es rico en proteínas, en segundo lugar están las grasas que se absorben bien, pero hay pocos carbohidratos en la composición. El valor nutricional del producto es alto: incluso una pequeña porción sin guarnición satura bien, da la fuerza y la energía que necesita una madre joven.
Otro producto útil es el hígado de bacalao. Se vende como alimento enlatado, contiene ácidos grasos poliinsaturados, vitaminas A y E, magnesio, zinc, selenio. El producto se consume sin procesamiento culinario adicional, la porción diaria es de 1 cucharada. l. sobre una rebanada de pan integral o gris. El hígado de bacalao es útil para la anemia severa, pero puede provocar problemas intestinales, por lo que debe incluirse en la dieta de forma paulatina.
Contraindicaciones y advertencias
A pesar de los beneficios obvios, el hígado no es para todos. Es en este órgano, responsable de la eliminación de productos metabólicos del cuerpo del animal, donde se concentran toxinas, antibióticos y otras sustancias poco útiles. Una mujer sana que no tenga problemas digestivos puede comer 100-150 g de hígado terminado sin sufrir daño, mientras que el consumo debe limitarse a 1-2 porciones por semana. Tal cantidad del producto no dañará al niño, siempre que no tenga una intolerancia individual. El aumento de las porciones puede causar indigestión, diarrea y náuseas a corto plazo.
El hígado es rico en vitamina A, por lo que es mejor que una madre lactante que incluye regularmente este producto en el menú rechace los multivitamínicos ya preparados. El aumento de la concentración de retinol puede afectar negativamente la salud del bebé.
Al elegir un hígado, debe prestar atención a la carne de res y el pollo. Estos tipos son fáciles de digerir, contienen menos grasa y es menos probable que provoquen alergias. El hígado de cerdo tiene un sabor amargo que no gusta a todo el mundo.
Algunas mujeres intentan elegir solo alimentos naturales y rústicos, evitando comprar hígado en la tienda. Los nutricionistas advierten que los productos de marcas reconocidas son mucho más seguros: han sido probados muchas veces y cuentan con los certificados correspondientes que confirman su calidad. Es importante asegurarse de que el hígado esté fresco, libre de impurezas y olores desagradables. Un producto agrícola, y especialmente la carne de comerciantes privados, no siempre cumple con los requisitos higiénicos y puede dañar a una madre lactante.
Cómo cocinar tu hígado correctamente: las mejores recetas caseras
La versión clásica es el hígado de res guisado en crema agria. Puedes cocinarlo en una sartén o en una olla de cocción lenta. Primero debe freír las cebollas finamente picadas, luego colocar el hígado lavado y pelado, cortado en trozos no demasiado pequeños. Después de dos minutos de freír, el hígado se vierte con crema agria baja en grasa y se deja hervir a fuego lento hasta que esté tierno. En conclusión, el plato debe estar salado, si lo desea, se agregan verduras finamente picadas. La mejor guarnición es el arroz salvaje o integral, que es rico en fibra y vitamina B.
El hígado de pollo también es muy útil. La solución más sencilla es hervirlo en agua hirviendo con sal con hojas de laurel y unos granos de pimienta negra. El hígado tierno estará listo en 10-12 minutos. Servir inmediatamente después de cocinar, enfriar, el producto se volverá seco y duro. Las mejores adiciones son las verduras frescas y la ensalada verde.
Una receta más original es el hígado de pollo con frutas: manzanas y uvas. El plato resulta ligero, pero satisfactorio. Como guarnición, debe cocinar la pasta con harina de trigo duro o papas al horno. Cortar el hígado lavado en rodajas, poner en un bol multicocina, verter un poco de agua y hervir a fuego lento hasta que esté medio cocido con la tapa cerrada. Agregue las manzanas cortadas en cubitos sin piel ni semillas, y las uvas sin semillas. Sal al gusto, agrega un poco de pimentón molido. Establezca el programa "Extinción" durante 10 minutos. Si un niño tiene tendencia a las alergias, es mejor rechazar las especias y las uvas preparando un hígado con manzanas de variedades verdes.
Para quienes no les guste el sabor característico del hígado, pueden remojar el producto en leche fresca antes de guisarlo. Después de media hora, el hígado se cuece con una pequeña cantidad de líquido. Puede agregar algunas verduras al plato terminado. Es mejor evitar las cebolletas, el apio y el ajo; sus fuertes aromas pueden afectar el sabor de la leche materna.