Con el condimento, cualquier alimento se vuelve más sabroso y "más vivo". La confitura de tomate, o mermelada, es un condimento picante y sofisticado que sabe a kétchup y salsa agridulce al mismo tiempo y le da a los platos un regusto agradable.
La confitura de tomate es un complemento insustituible para platos de pescado y carne, para la pasta favorita de todos, para varias sopas y simplemente para sándwiches. Se prepara fácil y rápidamente, y el resultado supera todas las expectativas: puede deleitarse con un refrigerio fragante durante todo el invierno.
Para preparar la confitura de tomate, debe tomar 700 gramos de tomates rojos maduros, 1 taza de azúcar granulada, 0.5 tazas de vinagre de sidra de manzana, 1 cabeza de ajo. También necesitará 1 cucharadita de sal, pimienta de Jamaica - 6 guisantes, pimienta negra - 0.5 cucharadita. Algunas amas de casa agregan un par de manzanas ácidas a la confitura para agregar más picante, pero esto es opcional.
Lavar bien los tomates, hacer una incisión cruciforme en cada uno en la zona del tallo y ponerlos en agua hirviendo. Después de medio minuto, poner los tomates en agua fría y pelarlos (después de hervir el agua, esto se hace muy fácilmente).
Corta los tomates en gajos y colócalos en una cacerola de fondo grueso. Agregue vinagre de manzana allí, agregue azúcar granulada, sal y pimienta negra.
Coloque las especias cocidas, los granos de pimienta, el ajo y el pimiento rojo picante en una gasa doblada tres veces, ate con un hilo y coloque en una cacerola con los tomates preparados. Poner el tomate confitado a fuego medio y llevar a ebullición. Luego reduzca la llama y déjela a fuego lento durante 30-40 minutos. Mientras hierve, revuelva constantemente con una espátula de madera o de teflón para que el condimento no se queme.
Cuando la confitura de tomate esté lista, retirar la sartén del fuego, quitar la gasa con especias, exprimir y desechar. Prepare frascos de vidrio, enjuague bien y esterilice en un horno caliente. Colocar la confitura de tomate sin enfriar en frascos calientes y enrollar. Es mejor guardar el tomate confitado cocido en el frigorífico para evitar que el producto se eche a perder.