La sopa de grosellas con bolitas de cuajada es una buena alternativa a varios postres. Las grosellas le dan al plato una acidez picante y las bolas de cuajada le dan a la sopa un sabor rico.
Es necesario
- - grosellas 350 g;
- - azúcar 150 g;
- - harina 15 g;
- Para bolas
- - requesón 300 g;
- - huevo 2 piezas.;
- - azúcar 20 g;
- - harina 30 g;
- - sal en la punta del cuchillo.
Instrucciones
Paso 1
Enjuagar las grosellas con agua corriente, dejar secar, quitar los tallos, triturar con una cuchara de madera y colar el jugo. Verter los extractos con 1,5 litros de agua caliente, llevar a ebullición y colar por un colador.
Paso 2
Disuelva la harina en agua fría. Deje que el líquido colado vuelva a hervir, disuelva el azúcar y la mezcla de harina en él, luego retire del fuego y vierta el jugo de grosella cruda colado en él.
Paso 3
Ponga una olla con agua al fuego, hierva, sal un poco. Frote el requesón a través de un colador, agregue harina, huevos, sal. Forme bolas de la mezcla con las manos mojadas (o cucharaditas) y sumérjalas en agua hirviendo. Cuando salgan las bolas de cuajada, retírelas con una espumadera.
Paso 4
Al servir, coloque las bolas de cuajada en tazones y cubra con sopa de grosellas fría. Si lo desea, la sopa de grosellas se puede adornar con hojas de menta fresca.