La miel se considera una panacea para todas las enfermedades, pero, como cualquier medicamento, no se puede consumir en cantidades ilimitadas. Además, la miel es un producto bastante alto en calorías. La tasa de consumo diario depende de la edad y el estado de salud de la persona.
Instrucciones
Paso 1
La miel, como otros productos apícolas, tiene propiedades curativas únicas. Quizás no exista otro producto similar en la Tierra que contenga todas las sustancias útiles necesarias para una persona en una forma simple y fácilmente digerible. Este es uno de los remedios caseros más comunes para el tratamiento de los resfriados, ya que la miel tiene propiedades diaforéticas, antibacterianas, antivirales, antifúngicas y expectorantes. La miel de abeja contiene casi todas las vitaminas y microelementos conocidos por el hombre, incluidas las vitaminas A, B, C, PP, H, K, así como calcio, litio, manganeso, magnesio, aluminio, boro, bismuto, vanadio, germanio, hierro, oro., estaño, potasio, sodio, plata, fósforo, cromo, zinc, azufre, cloro, circonio y otros. El consumo regular de miel fortalece la inmunidad humana, mejora la circulación sanguínea y, en consecuencia, la nutrición de los tejidos, ayuda a reducir la permeabilidad capilar. Está recomendado para personas que padecen anemia, trastornos metabólicos, problemas digestivos, etc.
Paso 2
Según las recomendaciones de la OMS, la norma diaria para un adulto es de 60 a 100 g de miel. Es preferible dividir este volumen en varios pasos. La mejor postura traerá el consumo de miel una hora y media antes de las comidas. La miel se diluye en agua tibia, té, leche. En cuanto a la dosis exacta, es difícil de determinar, pues existen una serie de restricciones bajo las cuales se recomienda reducir o eliminar el consumo de miel. En particular, por su contenido calórico, este producto está en la lista de alimentos prohibidos para personas con sobrepeso. El valor energético de la miel es de 325 kcal por 100 g de producto, por lo que no se puede llamar dietética. En términos de contenido calórico, está a la par del pan de trigo, la leche condensada, el cordero y la ternera. Los deportistas y personas sometidas a una gran actividad física pueden consumir hasta 200 g de miel al día. Y para quienes padecen alergias a los productos apícolas y diabetes mellitus, la miel, por el contrario, está estrictamente prohibida.
Paso 3
La dosis diaria de miel para niños es de 30-40 g. Se puede introducir gradualmente después de 1 año, a partir de 2-3 gramos. Dado que la miel se considera uno de los alérgenos más fuertes, es preferible ofrecérsela a su hijo por la mañana y observar la reacción al producto durante 2-3 días antes de aumentar la dosis. Es peligroso dar miel a bebés menores de 12 meses, ya que este producto puede contener esporas de la bacteria Clostridium botulinum, que causa el botulismo. Si el sistema inmunológico de un adulto es capaz de suprimir esta enfermedad y el daño tóxico se tolera más o menos normalmente, entonces, para un bebé con un sistema digestivo poco desarrollado, el conocimiento de las toxinas botulínicas puede tener un resultado desastroso.