La magdalena no tiene por qué ser dulce. Te sugiero que hagas un pastel de calabacín. Este plato resulta muy tierno, además, se puede comer no solo con té, sino, por ejemplo, con sopa. En otras palabras, es universal.
Es necesario
- - harina de trigo - 250 g;
- - calabacín - 2 piezas;
- - aceite de oliva - 100 ml;
- - polvo de hornear para masa - 2 cucharaditas;
- - ajo - 1 diente;
- - huevos - 3 piezas;
- - pimienta negra molida - 0.5 cucharadita;
- - sal - 1 cucharadita.
Instrucciones
Paso 1
Pasar la harina por un colador de antemano. Luego, combínalo con ingredientes como polvo de hornear, sal y pimienta. Mezclar todo a fondo.
Paso 2
Con calabacín, haz esto: enjuaga bien y muele con un rallador, preferiblemente con uno grueso. Si la cáscara de calabacín está bastante dura, retírela. Agrega esta masa a la mezcla de harina. Pon allí el ajo machacado. Mezclar todo bien.
Paso 3
Coloque elementos como huevos de gallina y aceite vegetal en un recipiente suelto. Batir un poco esta mezcla, luego agregarla a la masa de calabacín. Mezclar todo a fondo. Por lo tanto, resultó la masa para el futuro bocadillo.
Paso 4
Coloque la masa en el molde para pasteles. Lubríquelo con aceite de antemano. Si tienes un trozo de pergamino, colócalo también, ya que será mucho más fácil quitar el pastel terminado. Espolvoree con semillas de sésamo si lo desea. También agregará sabor al plato.
Paso 5
Precaliente el horno a una temperatura de 170-180 grados. Envíe el plato a hornear durante aproximadamente una hora. Es fácil asegurarse de que el pastel esté listo: perforarlo con un fósforo, debe estar seco. Retire los productos horneados terminados del molde, enfríe y córtelos en trozos. ¡La magdalena de calabacín está lista!