Galletas sueltas de mantequilla con un pronunciado sabor a queso y un aroma picante. Simplemente se derriten en la boca, es muy difícil detenerse en una galleta, querrá más y más. Una excelente opción para un refrigerio rápido durante la pausa del almuerzo en el trabajo.
Es necesario
- - 140 g de harina;
- - 120 g cada uno de mantequilla, queso duro;
- - 2 cucharaditas de cebollas secas;
- - 1 cucharadita de semillas de apio pecíolo molidas, pimentón dulce;
- - una pizca de chile.
Instrucciones
Paso 1
Primero, tome un trozo de queso duro y frótelo con un rallador fino. Frote la mantequilla ablandada en la harina con las manos para formar una miga.
Paso 2
Mezcle las migas de mantequilla con queso rallado y especias, amase la masa. Simplemente no exagere: las galletas saladas sabrán mejor si no revuelve la masa durante mucho tiempo. Pon la masa en el frigorífico durante media hora para que se enfríe.
Paso 3
Extienda la masa terminada en una capa de 0,5 centímetros, córtela en trozos arbitrarios, hornee en el horno a 180 grados durante 15 minutos. No es necesario engrasar la bandeja para hornear; hay suficiente aceite en la masa para que las galletas no se peguen.
Paso 4
Retire las galletas terminadas con cuidado de la bandeja para hornear; son muy frágiles y quebradizas cuando están calientes. Al mismo tiempo, los pasteles se conservan muy bien, con el tiempo, las galletas picantes de queso solo se vuelven más sabrosas.
Paso 5
También puede hacer galletas saladas con glaseado de huevo; para esto, bata el huevo con un poco de leche, agregando las especias y hierbas a esta mezcla a su gusto. Este glaseado se debe utilizar para cubrir los trozos de masa antes de enviarlos al horno.