El calabacín joven y jugoso al horno con queso y tomates seguramente atraerá a todos los fanáticos de los platos de verduras. El ajo y las hierbas provenzales le dan a este plato un sabor especial. Para aquellos que prefieren platos de carne, el gratinado será una excelente adición a la carne y un apetitoso aperitivo para la cena o el almuerzo. Las verduras bajo la corteza del queso son especialmente jugosas y aromáticas.
Es necesario
- - calabacín - 1 kg;
- - queso duro -150 g;
- - tomates de tamaño mediano - 3 piezas.;
- - mantequilla - 50 g;
- - harina - 1 cucharada. l.;
- - leche - 350-400 ml;
- - aceite vegetal - 1 cucharada. l.;
- - una mezcla de hierbas provenzales - 1 cucharada. l.;
- - ajo - 3 dientes;
- - pimienta negra molida - 0.5 cucharaditas;
- - nuez moscada molida - 1 cucharadita;
- - sal al gusto.
Instrucciones
Paso 1
Derrita la mantequilla en una cacerola y agregue harina. Vierta la leche en la mezcla de mantequilla y harina y mezcle todo hasta que quede suave. Vierta pimienta negra y nuez moscada en la mezcla. Revuelva, prenda fuego y cocine a fuego lento la mezcla hasta que espese.
Paso 2
Corta el calabacín en tiras, si las verduras son jóvenes, luego córtalas en rodajas. Engrase una fuente para hornear con aceite vegetal y coloque una capa de calabacín en la fuente para hornear.
Paso 3
Unte los calabacines con la salsa preparada y espolvoree con ajo picado. Corta los tomates en rodajas y colócalos sobre una capa de calabacines.
Paso 4
Espolvorea los tomates con hierbas provenzales. Vuelva a colocar la capa de calabacín y la capa de tomate. Vierta el resto de la salsa sobre las verduras.
Paso 5
Espolvoree queso rallado sobre el plato. Hornee en el horno a 180 grados. Después de unos 20 minutos, aumente la temperatura a 200 grados y hornee hasta que estén doradas.