Incluso a los que no les gustan las cebollas les gustará la sopa de cebolla.
Es necesario
- - 500 g de cebollas
- - 200 ml de vino blanco seco
- - 1 litro de caldo de pollo
- - 2 cucharaditas Sáhara
- - 30 g de mantequilla
- - 1 cucharadita harina
- - 2 cucharadas. aceite de oliva
- - 2 dientes de ajo
- - 200 g de queso
- - condimentos
- - 3 rebanadas de pan
Instrucciones
Paso 1
A muchas personas no les gustan las cebollas, pero les gusta comer esta sopa. El secreto de su preparación es que la cebolla se corta en medias anillas muy pequeñas y se hierve durante el proceso de cocción. Cortar la cebolla en mitades delgadas.
Paso 2
En una cacerola de fondo grueso, derrita la mantequilla y el aceite de oliva. Pon la cebolla, el ajo picado y el azúcar en aceite hirviendo. Freír durante 3-5 minutos, luego reducir el fuego y continuar cocinando durante 15-20 minutos. Cuando las cebollas estén doradas, agregue la harina. Cocine, revolviendo ocasionalmente, por un minuto. Vierta gradualmente una copa de vino, cocine por un par de minutos, luego agregue caldo de pollo caliente, sazone con sal y especias. Cocine a fuego lento durante unos 30 minutos.
Paso 3
Mientras la sopa está hirviendo, prepare picatostes (picatostes). Cortar el pan en rodajas largas de 1 cm de ancho y dorar en una sartén seca por ambos lados. Vierta la sopa en ollas en porciones, coloque los picatostes encima, espolvoree generosamente con queso rallado y hornee en el horno hasta que estén doradas. Espolvorea con hierbas finamente picadas antes de servir. La sopa resultará rica, abundante y sorprendentemente sabrosa.