La miel es casi un producto alimenticio ideal: tiene un sabor rico y un aroma agradable, y sus propiedades nutricionales y medicinales son ampliamente conocidas.
El azúcar que contiene la miel se absorbe rápida y fácilmente, y si de repente se enferma con una enfermedad respiratoria, la miel le ayudará a deshacerse rápidamente del dolor de garganta, la tos y otros signos de un resfriado. Fortalece el sistema inmunológico y ayuda con ciertas dolencias estomacales. Pero para que la miel dé placer y beneficie a la salud, es necesario elegir un producto de calidad adecuada. Más cerca del otoño, la miel aparece tanto en los escaparates como en los puestos del mercado en grandes cantidades. ¿Cómo elegir una miel natural deliciosa, de alta calidad, que sea sabrosa y saludable? Algunos trucos conocidos por todo apicultor ayudarán a identificar una falsificación. Si de la miel emana un ligero olor a caramelo, no lo dudes, se ha añadido al producto jarabe de azúcar (y en alta concentración). Algunos "artesanos" agregan almidón; por lo tanto, si calienta dicha miel al fuego, se vuelve turbia (y sin diluir permanece transparente). De modo que el producto: la miel buena se confita durante el almacenamiento, pero la miel obtenida al alimentar a las abejas con azúcar no se congela. Dicha miel no contiene las enzimas beneficiosas únicas que están presentes en un producto natural que las abejas producen a partir del polen de las plantas con flores. Tal miel no causará daño, por cierto, tampoco será útil. Al comprar miel, preste atención a su consistencia: la buena miel no debe ser demasiado espesa ni demasiado líquida. Enrollando una cuchara y sudando hacia abajo, debería formar un deslizamiento. La buena miel es siempre transparente, pero su color puede ser cualquiera, dependiendo de la variedad de plantas de las que se haya recolectado. Por ejemplo, la miel de trigo sarraceno o de girasol debe ser marrón, la miel floral debe ser amarilla y la miel de lima debe ser muy ligera y muy fragante. Bueno, el precio de la miel también puede indicar su calidad: la miel buena y sin diluir no se puede vender por una miseria, porque mantener un colmenar es difícil, costoso y problemático. No espere elegir miel de alta calidad si el precio es la mitad del promedio del mercado. Por supuesto, idealmente, debe esforzarse por adquirir miel de apicultores familiares.