El chocolate blanco le da a los pasteles de queso crema aún más ternura y aterciopelado. Bayas apetitosas, escarlatas y jugosas decorarán a estos "niños" blancos como la nieve de la mejor manera posible.
Es necesario
- - 50 g de mantequilla;
- - 10 galletas de nueces y pan de jengibre;
- - 250 g de queso crema;
- - 1/2 cucharada. crema (grasosa);
- - 3 cucharadas l. Sáhara;
- - 75 g de chocolate blanco;
- - 1 huevo;
- - 60-75 g de mermelada de fresa;
- - 200 g de fresas.
Instrucciones
Paso 1
Muela las galletas en migas y mézclelas con mantequilla previamente derretida y enfriada. Engrasar moldes profundos desmontables (pueden ser 4 piezas con un diámetro de 10 cm u 8 piezas con un diámetro de 5 cm) engrasar con mantequilla (mantequilla) y, apisonando bien, poner la masa de galletas en el fondo de los recipientes.
Paso 2
Picar finamente el chocolate, poner en un bol refractario y colocar en un cazo al baño María. Mientras revuelve, caliente el chocolate hasta que esté completamente derretido.
Paso 3
En un tazón grande, bata el queso crema, la nata y el azúcar granulada hasta que quede suave. Batiendo, agregue el huevo y el chocolate derretido a la crema. Divida la masa de chocolate resultante en latas encima de las galletas.
Paso 4
Hornea las tartas de queso a 160 grados durante unos 30 minutos: deben endurecerse y dorarse. Enfriar los productos terminados y, sin sacarlos de los moldes, meterlos en el frigorífico durante 1-2 horas. Coloque las tartas de queso frías cuidadosamente fuera de los moldes en platos o platillos.
Paso 5
Corta las fresas en rodajas, mézclalas con mermelada y decora con ella cada bizcocho. Espolvoree el azúcar en polvo sobre las tartas de queso (puede sustituir el cacao en polvo si lo desea) y sirva el postre inmediatamente.