Si no puede vivir sin queso, asegúrese de hornear este pastel: ¡el sabor brillante del "Cheddar" añejo se complementará con una nota especiada de mostaza!
Es necesario
- - 270 g de harina;
- - 2 cucharaditas Levadura en polvo;
- - 2 cucharaditas mostaza;
- - 1 cucharada. Sáhara;
- - 225 ml de leche;
- - 2 huevos;
- - 0.5 cucharaditas sal;
- - 3 cucharadas aceite vegetal;
- - 300 g de queso cheddar.
Instrucciones
Paso 1
Pon el horno a precalentar a 180 grados y prepara un molde rectangular engrasándolo ligeramente con aceite vegetal con un cepillo de silicona y espolvoreando con harina.
Paso 2
Rallar el queso en un rallador fino. Reserve alrededor de 2-3 cucharadas de queso cheddar rallado para espolvorear encima.
Paso 3
Tamizar la harina con la levadura en polvo en un recipiente hondo, añadir un poco de sal y una cucharada de azúcar. Mezclar bien.
Paso 4
En un tazón de batidora a la velocidad más baja, bata los huevos con la leche, la mostaza y el aceite vegetal hasta que quede suave.
Paso 5
Vierta la mezcla de ingredientes líquidos en los ingredientes secos y amase la masa. La masa puede resultar bastante seca: en este caso, ¡simplemente agregue leche hasta la consistencia deseada! También puede usar crema agria para estos fines.
Paso 6
Agregue "Cheddar" rallado a la masa, mezcle bien.
Paso 7
Coloca la masa en el molde preparado y mete al horno por 45 minutos. La magdalena terminada debe estar dorada.
Paso 8
Espolvorea el queso rallado sobre el bizcocho unos 10 minutos antes de cocinarlo. Si aparece una grieta en la superficie de su pastel durante el horneado (esto sucede a veces), se puede enmascarar de esta manera.
Paso 9
Enfríe completamente el bizcocho terminado, déjelo toda la noche a temperatura ambiente y solo luego córtelo en porciones y sirva. ¡Este pan es bueno tanto caliente como frío!