La cazuela de calabacín con queso y rebanadas de pan blanco es muy simple pero satisfactoria. Es elemental prepararlo: debe preparar todos los ingredientes, doblar en un molde y hornear hasta que estén tiernos. Se puede servir como una cena abundante y saludable.
Es necesario
- Para cuatro porciones:
- - 500 g de calabacín;
- - 200 g de queso rallado;
- - 4 rebanadas de pan blanco;
- - 1 cebolla grande;
- - 2 cucharadas. cucharadas de mantequilla;
- - 1 huevo;
- - 1 cucharadita de condimento de ajo;
- - pimienta sal.
Instrucciones
Paso 1
Corta el calabacín fresco en cubos. No pele si está usando calabacín joven, pero si la cáscara es dura, primero debe cortarla. Corta también las rebanadas de pan blanco en cubos.
Paso 2
En un tazón hondo, combine el calabacín picado, las rebanadas de pan, vierta con mantequilla derretida, agregue el condimento de ajo. Pele la cebolla, córtela en medias anillas finas, envíela a la masa de calabaza, envíe un huevo crudo ligeramente batido allí. Pimienta, sal al gusto, mezclar bien la preparación para la futura cazuela.
Paso 3
Pon la mezcla resultante en una fuente para horno. Precalienta el horno a 180 grados. Rallar 200 g de queso duro en un rallador grueso, espolvorear generosamente en la parte superior de la cazuela, enviar el formulario al horno.
Paso 4
Hornee la cazuela, cubierta con papel de aluminio o una tapa, durante unos 30 minutos. Después de eso, retire la tapa o retire el papel de aluminio, cocine por otra media hora. Se forma una costra de color marrón dorado muy apetecible. Para que la cazuela de calabacín con queso esté lista, lo mejor es servirla tibia, pero incluso cuando se enfría, no pierde su sabor.