Se cree que por primera vez aprendieron sobre el valor de los huevos de codorniz en miniatura en Japón y China. Es en estos países, donde hay muchos hígados largos entre la población, donde este producto se consume en grandes cantidades. No es de extrañar, porque los huevos de codorniz contienen muchos nutrientes y tienen propiedades dietéticas.
Los huevos de codorniz no son difíciles de distinguir de los demás: tienen un tamaño pequeño y una cáscara bastante frágil, en la que se notan manchas grises y marrón oscuro. El peso de dicho huevo no supera los 12 g, y el contenido calórico varía de 15 a 16 kcal. No es sorprendente que los nutricionistas aprueben un producto de este tipo, incluso para quienes son obesos.
Sin embargo, el valor de los huevos de codorniz no radica en su bajo contenido calórico, sino en la composición única del producto, que está saturado de minerales, vitaminas y otras sustancias útiles. Entonces, los huevos de codorniz son ricos en carotenoides y varios aminoácidos: metionina, lisina, cisteína, triptófano, ácidos glutámico y aspártico. Todos ellos son útiles no solo para la actividad vital del cuerpo, sino también para mantener la elasticidad de la piel, que es especialmente importante para el buen sexo.
En cuanto a los minerales, hay especialmente mucho potasio y hierro en los huevos de codorniz. Contienen mucho menos calcio, fósforo, cobalto, sodio y cobre. Este producto también es extremadamente rico en vitamina B2 (riboflavina), también contiene vitaminas B1 y B12, PP y A.
La cantidad de estas vitaminas y minerales en los huevos de codorniz es varias veces mayor que en los huevos de gallina. Vitamina B2 - 7 veces y hierro - 8 veces.
Además, los huevos de codorniz en miniatura son una fuente de proteína de fácil digestión. Pues bien, el colesterol, que también está presente en la composición de este producto y asusta a quienes lo padecen por su aumento de nivel en el organismo, de ninguna manera tiene un efecto negativo sobre el estado del sistema cardiovascular. El hecho es que los huevos de codorniz contienen mucha lecitina, una sustancia que evita la deposición de colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos. Es por eso que el uso regular de un producto de este tipo ayudará a prevenir el desarrollo de la aterosclerosis y a combatir esta enfermedad para quienes ya la padecen.
Gracias a esta composición, los huevos de codorniz tienen un efecto extremadamente beneficioso para el organismo. Entonces, por ejemplo, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y aumentan la resistencia del cuerpo a diversas infecciones y bacterias. Se ha observado que las personas que consumen este producto con regularidad tienen menos probabilidades de contraer gripe y resfriados.
Además, los huevos de codorniz, especialmente si se toman crudos con el estómago vacío, ayudan a hacer frente a diversas enfermedades gastrointestinales: gastritis, colitis, úlceras, pancreatitis o un trastorno intestinal simple. Dicho producto tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que permite mejorar la microflora en el tracto gastrointestinal y esto, como saben, tendrá un efecto positivo en el estado general del cuerpo.
La temperatura de las codornices es más alta que la de otras aves de corral, por lo que las bacterias de la salmonela en sus cuerpos simplemente no sobreviven. Esto significa que los huevos de codorniz son los únicos que se pueden comer crudos, seguros para la salud.
Además, los huevos de codorniz estabilizan el trabajo del corazón, tienen un efecto positivo en el estado del sistema nervioso, huesos, dientes, cabello y uñas. Este producto es indispensable para niños, mujeres embarazadas y ancianos, y en los hombres mejora la potencia. Además, los huevos de codorniz son prácticamente hipoalergénicos.