Las verduras frescas se pueden utilizar para preparar muchos platos deliciosos y saludables. La coliflor contiene una gran cantidad de sustancias necesarias para el cuerpo humano, y los alimentos preparados a partir de ella tienen un sabor increíble.
La coliflor es una de las verduras más apetecibles para tu mesa. El sabor suave, la facilidad y la velocidad de preparación le permiten crear muchos platos deliciosos. Y la coliflor solo se puede llamar verdura con un estiramiento, ya que es una inflorescencia de brotes sin abrir. Al servir coliflor, en cierto sentido, la decoras con flores.
El valor de la coliflor para el cuerpo humano
Los platos de coliflor deben introducirse en su dieta para todos los que se preocupan por su apariencia y salud. El bajo contenido calórico de la coliflor se combina perfectamente con un alto valor nutricional: contiene una gran cantidad de valiosos oligoelementos y vitaminas. En cuanto al contenido de proteínas, la coliflor es mucho más rica que la col blanca, contiene mucho hierro y vitamina C.
Además, el cuerpo absorbe mejor la coliflor, y cuando se consume, la producción de gases es mínima y el estómago funciona perfectamente.
El principal valor de la coliflor es que es extremadamente fácil de preparar. El repollo fresco se presta bien al tratamiento térmico. Para preparar el plato más simple, es suficiente hervir las inflorescencias en agua, colocarlas bellamente en un plato y verter con mantequilla derretida. El sabor es maravilloso y delicado. Si agrega especias y salsa a esta base, puede darle al plato más y más sabores nuevos.
La coliflor se puede utilizar para cocinar segundos y primeros platos, hornear en tartas, freír en masa, rellenar y guisar en vino. La coliflor, gracias a su extraordinaria ternura, aroma y sabor, ayudará a mostrar imaginación en la elaboración de nuevos platos, para revelar su talento culinario.
Cómo hacer una guarnición de coliflor
Para preparar una deliciosa comida de coliflor, debe elegirla con cuidado. Solo el repollo fresco servirá: el repollo rancio tiene gustos completamente diferentes. Al comprar coliflor, preste atención a su apariencia. Las inflorescencias frescas son firmes y firmes, el color es blanco puro, las hojas exteriores son verdes, densas y brillantes. Elija un repollo en el que las inflorescencias estén más apretadas entre sí y, en términos de peso, parezcan bastante pesadas para su tamaño. Si hay manchas oscuras en las inflorescencias, las hojas están marchitas, flácidas y el color es gris o amarillento, esto es una señal de que el repollo está lejos de la primera frescura.
Es mejor rechazar tal compra: un plato sabroso con ingredientes rancios no funcionará.
Para preparar una guarnición, la coliflor se puede freír en pan rallado; se obtiene un sabor sorprendentemente original. Necesitarás dos huevos, medio kilo de coliflor, 100 g de pan rallado, hierbas y sal al gusto.
Hervir agua, sal. Hervir la coliflor en agua con sal durante 10 minutos. Drenar el agua. Eche el repollo en un colador, espere hasta que se enfríe. Desmontar el repollo en inflorescencias.
Batir los huevos y la sal. Mezcle las verduras picadas con el pan rallado. Ahora cada uno de los trozos de coliflor debe sumergirse en un huevo y luego enrollarse en pan rallado. Calentar aceite de girasol en una sartén, freír los trozos hasta que estén dorados. Este plato es delicioso tanto frío como caliente.