La leche es un producto que invariablemente está presente en nuestro frigorífico, pero no todo el mundo sabe cómo utilizarlo correctamente.
El debate sobre los beneficios y peligros de la leche se ha prolongado durante mucho tiempo. Algunos argumentan que la leche es saludable, ya que contiene muchas vitaminas y microelementos necesarios para el organismo, otros dicen que solo trae daño, debido al largo proceso de digestión. Para aprovechar al máximo su producto, debe saber cómo beber la leche correctamente.
La leche debe consumirse solo tibia o caliente, fría o fría, cuando ingresa al esófago, forma un compuesto peligroso en sus paredes: una toxina.
La leche se digiere durante mucho tiempo, por lo que no debe beberla con la comida principal, el intervalo entre comer y beber leche debe ser de al menos dos horas. Es aconsejable consumir leche tibia por la noche.
La leche grasa (de granja) contiene colesterol, por lo que debe elegir leche con un 1% de contenido de grasa.
La dosis óptima para un adulto es de unos 300 ml por día, para un niño alrededor de un vaso.
La leche con miel que se usa para tratar la garganta no solo es malsana, sino incluso peligrosa. Cuando se calienta, la miel libera compuestos dañinos y la bebida en sí tarda mucho en digerir y sobrecargar el estómago.
La leche combina bien con algunas especias: cúrcuma, canela o azafrán. Al agregar un poco de especias a un vaso de leche tibia, puede obtener una bebida energética natural.