El mango maduro fresco sabe a melocotón azucarado. Tiene un rico matiz dulce, ligeramente azucarado y agradable. Aunque, dependiendo del tipo de fruta, su sabor puede diferir.
Hay más de veinte variedades de mango y todas tienen su propio sabor especial. Las variedades difieren en el color de la piel y la consistencia de la fruta. La fruta viene en tonos verdes, amarillos, naranjas, rojos e incluso rosados. Pero el tipo más común de esta fruta, el mango amarillo, tiene un aroma y un sabor increíbles.
La fruta inmadura tiene una acidez agradable o generalmente dura e insípida. Un sabor amargo brillante indica que la fruta está en mal estado.
El delicioso mango maduro tiene un aroma agradable que se asemeja vagamente a un olor resinoso o de coníferas. Si el mango no huele, significa que aún no ha madurado, por lo tanto, no revelará completamente el verdadero sabor. Un olor intenso a fruta muy picante indica que está demasiado maduro, y es mejor no comerlo.
El mango puede variar en forma de redondo regular a ovoide alargado. Si la fruta es muy dura y firme, aún no está completamente madura y, por lo tanto, será insípida o astringente y ácida. Una fruta deformada o con piel arrugada indica que está rancia o en mal estado.
Muchos amantes de las frutas tropicales prescriben el mango al sabor ligeramente azucarado del melocotón maduro. Para otros, el mango sabe a zanahoria con jugo de limón. Y alguien compara esta fruta con piña y fresas. Pero es imposible determinar con precisión el sabor de la fruta y sacar una conclusión final sin probarlo usted mismo.
Al elegir un mango maduro de calidad, debe prestar atención a su color, olor, forma y estado de la cáscara. La superficie del mango debe ser lisa, brillante, firme, pero no dura. No debe dejar abolladuras después del prensado, y más aún, desprender jugo. Además, la fruta debe oler bien y verse hermosa.
La fruta madura de calidad contiene una gran cantidad de vitaminas y minerales beneficiosos para la salud. Consta de azúcares naturales y carbohidratos que le dan fuerza, vigor y energía. La fruta madura contiene los aminoácidos necesarios para el organismo, además de las vitaminas B1 y B2. La fruta inmadura es rica en ácidos ascórbico, cítrico, oxálico, málico y otros que intervienen en el funcionamiento normal del organismo.
El mango no solo sabe muy bien, sino que también beneficia. Fortalece el sistema inmunológico, protege al organismo de infecciones y resfriados. También es una fruta dietética, ya que contiene una gran cantidad de fibra, descompone las grasas y elimina las toxinas del organismo. Incluso hay una dieta especial para el mango.