Con la ayuda de salsas, puedes agregar un sabor y aroma particular al plato principal. Las salsas se pueden dividir en los siguientes grupos: cocidas con o sin harina, así como rojas y blancas.
Instrucciones
Paso 1
Use caldo para hacer salsa roja. Freír la harina en una sartén hasta que se dore. La harina se puede saltear en grasa o freír en una sartén seca.
Paso 2
Vierta la harina en un tazón pequeño, agregue el jugo de carne y mezcle bien todos los ingredientes. Si la harina se frió con grasa, diluirla con un poco de agua caliente o caldo. Si la harina se ha salteado en una sartén seca, agréguele líquido frío.
Paso 3
Vierta la masa diluida en una cacerola con el caldo tibio preparado para la salsa, revuelva bien, sal y cocine por 10-15 minutos a fuego lento. Agregue especias al final de la cocción. A partir de productos aromáticos, puede agregar pimienta negra y pimienta de Jamaica, hojas de laurel, pimiento, perejil, ajo, etc.
Paso 4
Colar la salsa por un colador, volver a encenderla y, sin dejar de remover, llevar a ebullición. Resultará la llamada salsa principal. Puedes darle un sabor diferente agregando ciertos ingredientes, por ejemplo, pasta de tomate, cebollas, alcaparras.
Paso 5
Use caldo de carne, pescado o champiñones para hacer la salsa blanca, según con qué plato se sirva. También puede usar leche, crema o crema agria. Cuece la salsa de pescado en el caldo que proviene de hervir pescado o sobras de pescado. Para la salsa de champiñones, tome caldo de champiñones, al final de la cocción agregue champiñones hervidos finamente picados a la salsa.
Paso 6
Para hacer una salsa blanca, sofreír la harina y la grasa hasta que quede cremosa. Diluirlo con un poco de líquido caliente y verterlo en un cazo con caldo (leche, nata). Sal, revuelve y cocina durante 10-15 minutos a fuego lento. Colar la salsa terminada por un colador y agregar los ingredientes deseados.