Un plato de queso correctamente diseñado es una verdadera decoración de la mesa. Sin embargo, no todo el mundo tiene una idea de cómo servir el queso y con qué productos combinarlo.
Es costumbre servir pequeñas cabezas de queso cuadradas y redondas cortándolas en gajos. Los quesos redondos y suaves con moho, como el camembert y el brie, se cortan en triángulos. Para que al cortar queso no se pegue a la hoja del cuchillo, el cuchillo debe sumergirse sistemáticamente en agua caliente.
Los quesos prensados crudos se cortan en rodajas limpias. Los quesos duros y añejos, como el Grano Padano o el Parmesano, se rompen con un cuchillo especial con una hoja corta en forma de corazón.
El queso de cabra y los quesos azules se cortan con una cortadora de queso especial en tiras.
Al diseñar un plato de queso, considere cuidadosamente sus componentes. En bandeja, se acostumbra tener de 4 a 7 variedades de queso con diferentes gustos. Un plato de queso se ve muy estéticamente agradable y apetitoso, en el que se colocan piezas de diferentes colores y formas. Es necesario disponer el queso en un círculo del plato, comenzando por el más tierno y terminando por el más astringente, colocando las piezas en el sentido de las agujas del reloj.
Se acostumbra servir fruta con un plato de queso. El queso combina bien con higos, manzanas y peras. Sin embargo, no puede ofrecerles queso junto con frutas cítricas. Las naranjas y los pomelos interrumpen el delicado sabor y aroma del queso, por lo que no deben estar al lado del plato de queso.
El pan sin levadura o lavash se puede servir con queso. También te quedará genial si pones un plato de frutos secos sobre la mesa. Las almendras y las nueces complementarán perfectamente el sabor del queso. Las variedades mohosas combinan bien con la miel, que realza su exquisito sabor.
El vino complementa perfectamente el sabor del queso. Los oportos y los vinos dulces son aptos para el bleu de cos y el roquefort. Si está sirviendo Camembert y Brie u otras variedades grasas, tenga en cuenta que los vinos espumosos, el champán o el chardonnay complementarán perfectamente su sabor. El queso joven combina bien con el vino joven, pero los quesos curados como Comte y Gruyere se pueden servir con vinos curados.