Es necesario
- - 100 g de mantequilla;
- - 200-250 g de harina;
- - 1 cucharada. l. crema agria;
- - 1/3 cucharadita sal;
- - 100 g de azúcar glas;
- - 1 yema;
- - huevo para engrasar;
- - 1/2 cucharadita azúcar de vainilla;
- - colorantes alimentarios.
Instrucciones
Paso 1
Muela la mantequilla ablandada con azúcar en polvo.
Agregue crema agria, yema, azúcar / extracto de vainilla, sal.
Agrega la harina tamizada en porciones, quizás te limites a 200 g, pero yo necesitaba los 250. La masa debe ser elástica y no pegajosa a tus manos. Debe dividir la masa en 2 partes: 1/3 y 2/3. Enrolle la mayoría de ellos en forma de rectángulo de 15 cm de ancho (aprox.). Cubrir con film transparente y refrigerar por 1 hora. Divida la parte más pequeña por un número igual de colorantes alimentarios. Agregue el tinte a la masa (es mejor hacerlo con guantes de celofán desechables).
Paso 2
Estirar la masa en flagelos finos (tratamos de hacerlos de 0,5 cm de diámetro, pero así es). Lo metemos en el frigorífico. Después de una hora, engrase la capa rectangular de masa con un huevo batido.
Cortamos la masa en tiras (en general, el ancho depende de lo fina que hayas enrollado la varilla), unos 2, 5 o incluso 3 cm.
Ahora coloque la barra de color sobre una tira de masa blanca y enróllela. Es mejor enrollarlo a través de la película (como hacen con los rollos), entonces no se pega ni a la mesa ni a los dedos. Enrolle bien, no debe haber espacios entre el núcleo y la masa blanca. La masa es bastante delicada y puede romperse. Aquí es donde se necesita pulcritud.
Paso 3
Engrasar con un huevo batido encima. Ponlo en una bandeja para hornear con papel pergamino.
Horneamos a una temperatura de 200 grados, 15-20 minutos.
Deje que se enfríe por completo y solo entonces se podrán "afilar" los lápices.
Pero tenga en cuenta que los lápices no están hechos de madera, raspelos ligeramente con un cuchillo afilado.