¿Pensarías que el crumble puede ser sabroso? ¡Prueba la opción de calabacín y queso y comprueba lo deliciosa que es!
Es necesario
- - 2 calabacines grandes;
- - 2 cabezas grandes de cebollas;
- - 4 dientes de ajo;
- - 12 cucharadas. crema agria;
- - 40 g de perejil y eneldo;
- - sal, pimienta negra y hierbas provenzales al gusto;
- - aceite vegetal para freír verduras;
- - 200 g de mantequilla;
- - 200 g de harina;
- - 100 g de queso.
Instrucciones
Paso 1
Rallar el queso en un rallador fino. Pica la mantequilla enfriada en cubos pequeños. Ponga el queso y la mantequilla en un bol, agregue una pizca de sal y muela todo hasta obtener una miga. Por cierto, la masa se puede cocinar en un procesador de alimentos, ¡esto facilitará enormemente el proceso!
Paso 2
Envuelva la masa en film transparente y colóquela en el congelador durante media hora.
Paso 3
Picar la cebolla en cubos pequeños, también picar el ajo (también puedes usar un rallador para picar este último). Pela el calabacín y conviértelo también en un cubo.
Paso 4
Caliente un poco de aceite vegetal sin perfume en una sartén. Agregue la cebolla y el ajo y cocine a fuego medio hasta que estén suaves. Luego agregue el calabacín y cocine por unos 7 minutos. Condimentar con sal y pimienta, no olvides agregar una mezcla de hierbas provenzales y retirar del fuego.
Paso 5
Precalienta el horno a 190 grados. Coloca las verduras en un molde.
Paso 6
Pica finamente tus verduras favoritas y espolvorea con una capa de verduras. Unte con crema agria encima.
Paso 7
Retirar la masa del congelador y frotar sobre el contenido del molde. Coloque en el horno durante unos 25 minutos. Crumble con calabacín, tanto frío como caliente, es muy sabroso.