La pizza congelada casera es una alternativa saludable y de calidad a la comida rápida y las comidas rápidas de la tienda. Aquí tienes un control total sobre la cantidad de sal, grasa y la calidad de los ingredientes de tu pizza. Y también ahorra dinero. La pizza congelada en casa puede consistir en una base limpia para hornear más, o una pizza completamente preparada con relleno.
Es necesario
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- Bandeja de hornear
- masa para pizza
- Pasta o salsa de tomate
- Relleno de pizza
- Queso rallado
- Película de polietileno
- Papel de aluminio ancho
Instrucciones
Paso 1
Prepare la masa de la pizza (1 taza de agua, 3.5 tazas de harina, 1.5 cucharaditas de levadura seca, 1 cucharadita de sal, 2 cucharaditas de azúcar, 1 huevo, 20 g de mantequilla - mezcle y déjelo subir). Estirar la masa a 0,5 centímetros, colocar en una bandeja de horno untada con mantequilla y espolvoreada con una fina capa de harina. Lo mejor es hacer la pizza en forma de rectángulo, ya que es más conveniente almacenarla en el congelador de esta forma.
Paso 2
Extienda la pasta o salsa de tomate por toda la superficie de la masa, luego espolvoree el relleno y el queso. Presione ligeramente el relleno en la pizza para evitar que se derrame durante la congelación y el almacenamiento.
Paso 3
Envíe la pizza durante 3-5 minutos en un horno precalentado a 150 grados.
Paso 4
Enfríe la pizza y colóquela con la bandeja para hornear en el congelador durante 2 horas.
Paso 5
Envuelva la pizza ligeramente congelada en papel de aluminio. Con una espátula, levante con cuidado la pizza de la bandeja para hornear y transfiérala a una bandeja de plástico con el papel de aluminio ya colocado, luego envuelva la pizza de forma segura con papel de aluminio por todos lados. Ahora puede envolverlo con una envoltura de plástico para evitar que entre aire. Envía la pizza al congelador.
Paso 6
Para cocinar pizza congelada, simplemente libérela de la envoltura de plástico y el papel de aluminio de la parte superior (donde está el relleno), colóquela en una bandeja para hornear directamente sobre el papel de aluminio y envíela al horno precalentada a 180 grados. Hornee por 15-25 minutos. Cuando la pizza esté ligeramente cubierta con una costra dorada y el queso esté completamente derretido, estará completamente cocido.