El queso azul apareció en los estantes de las tiendas rusas hace relativamente poco tiempo, pero ya ha logrado adquirir tanto admiradores como críticos. Antes de sumarse a la cantidad de aficionados a este manjar, conviene conocer las variedades de quesos con moho, así como sus propiedades útiles y nocivas.
Variedades de queso azul
El tipo de queso azul está determinado por el género de moho utilizado para su elaboración.
Los quesos blancos se elaboran con moldes blancos de las especies Penicillium camemberti y Penicillium candidum. La masa de queso se coloca en una cámara especial, cuyo aire está saturado de esporas de hongos. Los quesos listos están cubiertos de moho solo en la parte superior, y debajo de una fina corteza esponjosa hay una pulpa aceitosa jugosa con un aroma específico que recuerda el sabor de los champiñones. Los representantes más famosos de este grupo de quesos son el brie y el camembert.
Los quesos rojos, como los blancos, se cubren con moho solo en la parte superior. Para formar una flor roja en la cabeza del queso, frótela con agua salada o vino tinto. En consistencia y sabor, los quesos con moho rojo son similares a los quesos con moho blanco, pero con un aroma más fuerte y fragante. Los quesos tintos más famosos son Münster, Livaro, Reblochon y Marual.
Los quesos azules se elaboran con moldes azules de Penicillium roqueforti y Pencillium glaucum. El moho en los quesos azules, a diferencia de los quesos blancos y rojos, no está contenido en el exterior, sino en el interior del producto. Los moldes se introducen en la masa de queso por medio de agujas largas, por lo que el producto terminado está, por así decirlo, impregnado de vetas azules. Los quesos azules tienen una consistencia mantecosa y un sabor picante picante. Los quesos de moho azul más populares son Roquefort, Dor Blue, Danabloux y Gorgonzola.
Los beneficios del queso azul
Como todos los quesos, los quesos con moho son una excelente fuente de calcio. Además, gracias al moho, este macronutriente se absorbe muy bien. Los quesos azules también contienen otros minerales saludables, como magnesio, potasio, fósforo, hierro, azufre, zinc y cobre. Los quesos de molde también son ricos en una variedad de vitaminas y aminoácidos esenciales. Además, la proteína láctea contenida en estos quesos contribuye a una mejor producción de melanina, que protege la piel de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
El daño del queso azul
A pesar de las muchas propiedades beneficiosas que tienen los quesos con moho, en algunos casos comerlos puede ser perjudicial para el organismo. Los nutricionistas recomiendan que no incluyas más de 50 gramos de este queso en tu dieta diaria. Esto se debe al alto contenido de grasa del producto, así como al hecho de que el tracto gastrointestinal no puede digerir grandes cantidades de alimentos enmohecidos sin dañarlos.
El caso es que el moho que contienen los quesos libera antibióticos que inhiben la microflora intestinal normal y, por tanto, pueden provocar trastornos digestivos. Por eso, no debes abusar de este manjar. Debido al riesgo de desarrollar listeriosis, que puede causar anomalías fetales, los quesos de moho no se recomiendan para mujeres embarazadas.