Caramelos de azúcar caseros: sabor que recuerda a la infancia. Esta simple golosina, popular entre muchas generaciones durante siglos, sigue siendo una de las favoritas en la actualidad. Y deje que las cadenas minoristas modernas ofrezcan una gran selección de productos de confitería, pero ¿cómo se pueden comparar los dulces comprados en la tienda con los dulces hechos a mano? Hacer dulces requiere costos mínimos: material, mano de obra y tiempo. Y el proceso en sí es extremadamente simple, incluso un niño puede manejarlo.
Es necesario
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- Azúcar
- agua
- vinagre
- sartén
- Estufa a gas o eléctrica.
Instrucciones
Paso 1
Tome 300 gramos de azúcar, 100 gramos de agua, 1 cucharada de vinagre (o 0,1 gramos de ácido cítrico) y mezcle bien todos los ingredientes. Opcionalmente, puede agregar vainillina, saborizante de alimentos (esencia), color, miel, cacao, jarabe de frutas; todo depende del gusto y la imaginación del especialista culinario. Si usa jugo en lugar de agua, le dará al caramelo un sabor original y un olor agradable.
Paso 2
Coloca una cacerola con la solución de azúcar a fuego lento. Mientras revuelve constantemente, cocine la mezcla durante unos 10 minutos, hasta que espese y adquiera un tono dorado claro. Pero no cocine el almíbar hasta que esté marrón oscuro; esto significa que el azúcar ha comenzado a quemarse.
Paso 3
Verifique que el caramelo esté listo dejando caer el almíbar espesado en una taza de agua fría. Si la gota se endurece inmediatamente y no se pega a sus manos, la solución puede retirarse del fuego.
Paso 4
Lubrique los moldes de caramelo preparados con mantequilla o aceite vegetal. Vierta la masa preparada en ellos. Si no hay moldes especiales, puede usar cualquier utensilio disponible o usar una cucharada para poner el almíbar en círculos sobre papel de hornear. Mientras la mezcla aún está tibia, coloca fósforos o mondadientes en ella. Recibirás piruletas.
Paso 5
Separe los dulces terminados del molde después de que la mezcla se haya espesado. ¡Buen provecho!