Comprar alimentos se está convirtiendo en un problema real, ya que su calidad es cada vez más cuestionable. Hay varios factores que pueden ayudarte a evitar una mala compra.
Instrucciones
Paso 1
Duracion. Busque siempre estos números en el empaque. A menudo sucede que no están escritos, pero hay datos sobre la fecha de lanzamiento y el tiempo de almacenamiento, de los cuales también se puede concluir sobre la frescura del producto. Si nota que los números están interrumpidos o están ausentes por completo, es mejor negarse a comprar dicho producto.
Paso 2
Apariencia. Inspeccione cuidadosamente el producto si está empaquetado en una caja transparente. El oscurecimiento, el moho y la mucosidad indican que el producto está estropeado.
Paso 3
Integridad del embalaje. Los propios proveedores suelen violar las condiciones de almacenamiento de mercancías. Si el embalaje está roto, astillado y rasgado, esto significa que el producto puede estropearse debido a la penetración de aire o bacterias en el interior.
Paso 4
Planta manufacturera. El nombre dice mucho, así que intenta elegir aquellas marcas que llevan mucho tiempo en el mercado y se han ganado tu confianza.
Paso 5
La cantidad de hielo. Al comprar alimentos congelados, siempre preste atención a la cantidad de hielo que se ha formado en el interior. Si detrás de su capa apenas se ve, por ejemplo, camarones o albóndigas, esto significa que el producto ya está rancio en el frigorífico de la tienda o se ha almacenado incorrectamente (se descongeló y se volvió a congelar, lo cual está prohibido).
Paso 6
Al elegir la carne, presiónela con el dedo. Si es elástica y después de presionar vuelve a su lugar, entonces está fresca y se puede comer sin miedo. Una consistencia suelta indica un producto rancio en el mostrador.