Solo en el siglo XIV aparecieron las albóndigas en Rusia, y desde entonces pueden llamarse un plato nacional ruso. Las albóndigas se pueden encontrar en todas partes: en casa, en un restaurante y en la cocina de amigos. Las albóndigas hechas con sus propias manos son especialmente sabrosas en su acogedora cocina. Invita a tus amigos y vecinos y consiéntelos con albóndigas caseras hechas con una masa deliciosa y blanca como la nieve.
Es necesario
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- 500 gr. harina,
- 2 huevos,
- 1/2 cucharadita sal
- 1 vaso de agua
- 1 cucharada. l. aceite vegetal.
Instrucciones
Paso 1
Tome un tazón o tazón hondo. Tamiza la harina a través de un colador (para que la harina esté saturada de oxígeno) directamente en este recipiente.
Paso 2
Haga una depresión en el medio y rompa suavemente 2 huevos. Vierta con cuidado agua allí, sal. Agrega 1 cucharada. l. aceite vegetal.
Paso 3
Empiece a recoger gradualmente la harina por todos lados para que el agua no se derrame. De esta forma, empieza a amasar la masa. Tamizar la harina sobre la mesa y extender la masa, continuar amasando hasta obtener la consistencia deseada (no debe quedar muy densa).
Paso 4
Deje la masa en la mesa durante 20 minutos, cubra con un paño suave o una bolsa de plástico. El gluten se dispersará y la masa se ablandará. Amasar de nuevo la masa y podrás empezar a esculpir deliciosas albóndigas caseras.
Paso 5
Para ello, corte un trozo de masa del que hacer un torniquete largo. Corta esta cuerda en trozos pequeños. Enrollar cada pieza en harina, extender, poner el relleno y hacer una bola de masa.