La vainillina a menudo se confunde con la vainilla: el primero es un producto artificial, primero se obtiene al evaporar un extracto de una planta natural, vainilla, y luego se sintetiza artificialmente. Es uno de los sabores más populares del mundo. Comparado con la vainilla, tiene un precio mucho más bajo.
Vainilla y vainillina
Desde la antigüedad, la vainilla ha sido una de las especias más populares del mundo: esta planta tiene frutos interesantes: vainas aceitosas y elásticas de color marrón oscuro. Cuando están frescas, son casi inodoros, pero si se tratan con vapor o agua caliente, aparecen cristales blancos en las vainas que desprenden un aroma agradable muy fuerte. Estos cristales son vainillina natural, la sustancia que le da el aroma característico.
En 1858, la vainillina fue desarrollada por primera vez por el científico Nicolas Gobley: evaporó la vainilla para obtener un extracto y luego recristalizó la sustancia resultante. Y en 1874, la vainillina se obtuvo de forma completamente artificial: se sintetizó a partir de isoevnegol (que está contenido en el aceite de clavo), glucósido y coniferina.
Pero incluso la vainillina natural, obtenida de la vainilla, se diferencia de las propias vainas de esta planta, que contienen muchas sustancias más complejas que complementan y enriquecen el aroma. El aroma de vainilla es persistente y brillante, la vainillina, en cambio, tiene un olor más fuerte, picante y monótono. A pesar de las diferencias en los matices del olfato, ambas sustancias contribuyen a la liberación de la hormona serotonina en el cuerpo humano, responsable del placer. La vainillina, como la vainilla, alivia la irritación y la ira, calma, tiene un efecto beneficioso sobre el sistema nervioso.
Vainillina artificial
Hoy en día, solo las sustancias artificiales obtenidas en laboratorios mediante síntesis compleja se venden con el nombre de "vainillina". No tienen nada que ver con la vainilla natural y solo huelen similar. La vainillina es un sabor idéntico al natural. Gracias a su producción artificial, es mucho más económico que la vainilla.
Esta sustancia son cristales blancos con un olor fuerte, que se disuelven bien en agua. Por lo general, la vainillina se mezcla con azúcar o azúcar en polvo para la venta. Se utiliza para hornear productos de panadería y en la producción de confitería. A veces se utiliza como tinte o aroma en cosmetología y farmacología.
Hoy en día, la vainillina se puede elaborar de varias formas: a partir del guayacol, una sustancia orgánica con un fuerte olor que se encuentra en la madera; del lingin, también obtenido de la madera. Este último tiene un aroma más intenso.
Una pequeña proporción de la vainillina que sale a la venta es de origen natural, pero ese saborizante es más caro, ya que los métodos de extracción son mucho más costosos y laboriosos en comparación con la producción artificial.